¡Hola, winelover! ¿Cómo estás? Por acá, todo fantástico. Hoy no traigo aventuras en la ruta del vino argentino ni historias sobre bodegas. Hoy quiero contarte que el 17 de abril es la celebración del Malbec World Day, y para celebrarlo voy a compartir los motivos por los que esta cepa tan noble brilla.
Primero, lo más importante: Argentina es el mejor lugar en el planeta para estar en esta fecha. ¿Por qué? Porque el Malbec es su varietal estrella y el país es el principal productor, no sólo en volumen, sino también en estilos.
Mucho de lo que aprendí en este trip alucinante tiene que ver con esta uva. Así que ahora intentaré contarte las razones de mi enamoramiento.
Celebración del Malbec World Day: un Malbec para cada paladar
Quienes me siguen ya saben que el Malbec fue una de mis puertas de entrada al mundo del vino. Sin embargo, el universo que descubrí durante los últimos meses es mucho más entretenido de lo que jamás imaginé.
Cuando llegué a Argentina había probado muchos Malbec y de diferentes regiones, generalmente tintos y hasta algún Rosé, gracias a los imperdibles consejos de Alex, mi guía en el wine store.
Pero hoy puedo contarles que hay un Malbec para cada paladar, tal como sucede con el vino en general. Esto se debe a que la variedad demostró una increíble plasticidad en los terroir de Argentina.
Como se la cultiva en más de 42000 hectáreas, hay perfiles muy variados de Malbec de acuerdo al origen. Incluso en una misma región, como el mendocino Valle de Uco, por mencionar una, hay un universo de propuestas para descubrir.
A esto se suma que hoy, además de tintos y rosados, hay White Malbec, algunos de cosecha tardía, espumosos, fortificados y destilados de Malbec, entre los que se cuentan grappas y hasta gin.
Es decir, en Argentina el Malbec conforma un ecosistema de etiquetas, mucho más que un abanico, que podés recorrer de forma casi interminable.
Caras nuevas del Malbec
A medida que avanzás casilleros en el mundo del vino, encontrar novedades se convierte en una necesidad. Adoramos los clásicos, pero conocer un nuevo productor nos genera una alegría enorme.
Luego de haber recorrido miles de kilómetros por los viñedos argentinos, me maravillé con la infinidad de pequeñas bodegas que hay para visitar. Cada una propone vinos que suman a la diversidad de estilos e interpretaciones posibles del Malbec y esto es fascinante.
Argentina cuenta con centenares de pequeños productores para seguir sorprendiendo a nivel internacional. Los hay con larga tradición en la actividad, pero también están los que empezaron hace poco.
Desde que llegué a este país descubrí no menos de cien etiquetas de Malbec de las que nunca había escuchado. Y tienen detrás historias que, narradas por los sommeliers, son imperdibles.
Malbec con sabor a tiempo
Algo que convierte a un gran vino en un fine wine es su capacidad de desafiar al tiempo. Descorchar botellas añejas es abrir cofres de tesoros, y tuve la suerte de experimentarlo en algunas de mis visitas a las bodegas.
En casa, las botellas de Malbec que aparecen en las vinotecas suelen ser todas de cosechas jóvenes. Por eso mi primera experiencia con un Malbec de más de diez años fue algo inolvidable: me pareció fantástico cómo evoluciona su carácter desde lo frutal a la complejidad de especias y hierbas aromáticas, con tonos terrosos y ahumados.
Debo confesarte que probé Malbec de los 70’s y 80’s que resultaron conmovedores. Por esto mismo empecé a separar algunas botellas y espero controlar mi ansiedad por descorcharlas cada vez que las vea en la cava.
Versatilidad y maridajes
Otra faceta que me gusta mucho del Malbec es su versatilidad a la hora de pensar con qué acompañarlo, más allá del asado.
Carnes a la parrilla, quesos duros y pastas con salsa de tomate son algunos de los matchs que mejor funcionan. Es más: te invito a que lo pruebes con pizza. Vas a ver qué bien se complementan.
Pero eso no es todo. Si, como yo, preferís las opciones veggies, también tenés alternativas. Vegetales asados son una excelente elección para acompañar con un Malbec joven y ligero. Zuchinnis, calabaza, zanahoria, cebollas y morrones grill, por ejemplo, funcionan de maravilla.
Para los días fríos, el risotto es una gran idea. La textura del arroz, en compañía del caldo y las verduras, termina por cerrar una alianza perfecta con este vino. También los platos a base de hongos son una buena opción.
Y si recordamos que no sólo existen los Malbec tintos, se abre aún más el juego. Por ejemplo, un fortificado de esta cepa con chocolate amargo es un viaje de ida.
Espero que hayas disfrutado de estas notas sobre la perla argentina y que vos también pases un fantástico Malbec World Day.
¡Nos vemos en la próxima aventura!