Andrés Valero tiene un rol activo en distintas iniciativas que lleva adelante Grupo Avinea, miembro de Alejandro Bulgheroni Family Vineyards (a través de sus marcas Otronia, Argento, Pacheco Pereda, Cuesta del Madero y Cruz de Piedra) como el programa MatrizViva, la participación activa en la Red de Pacto Global Argentina, en la comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina, y en la Sustainable Wine Roundtable, donde es parte del board que define cuáles van a ser las políticas del grupo.
El premio Green Personality of the Year, entregado por la prestigiosa publicación inglesa The Drinks Business, es parte de los premios anuales que reconocen a las marcas y a las personas que ponen a la agenda verde en el centro de sus negocios, extendiéndola a todos los rincones posibles.
Andrés Valero: un reconocimiento merecido
El premio Green Personality of the Year se otorga a la persona que se destacó en los últimos años, en particular en los últimos 12 meses (en este caso, del 2023), promocionando las causas ambientales dentro de la industria y en la empresa en la que se desempeña, además de su compromiso con los asuntos relacionados con el medio ambiente y la mejora del impacto de la industria o de la compañía.
“Fue muy emocionante obtener ese reconocimiento internacional al trabajo que venimos haciendo. Personalmente, hace tres años, pero el Grupo Avinea desde hace 10 años que viene con esta orientación hacia la producción orgánica y sustentable. Y lo bueno de este premio, destacado por una revista inglesa, es que fue a un latinoamericano, un argentino y al mismo tiempo a la visión integral que tiene el programa de Grupo Avinea que, además del trabajo interno fuerte con el programa de sustentabilidad a la producción orgánica, busca liderar la viticultura de manera sustentable”, explica Andrés Valero.
También agrega que comparte la filosofía de la compañía de no centrarse sólo en las certificaciones, sino en llevar un sólido programa de sustentabilidad que respalde cualquier certificación exigida por el mercado. Para ellos, la certificación debe ser el resultado de prácticas sostenibles y no una etiqueta.
Entrevista a Andrés Valero
¿Cuál es el mensaje que quieren acercar a los productores?
Todos, a su medida, pueden armar su negocio para hablar de los temas sustentabilidad, que hoy en día es hablar de lo que le interesa a tus públicos y partes interesadas. Que por ahí lo más difícil es ver quién es tu parte interesada, para saber de todo el espectro que cubre la sustentabilidad, cuál es el más importante o tenés influencia para cambiar. Nosotros tenemos un rol claro en la parte de producción de uva.
Toda nuestra producción es orgánica, fair trade y certifica el protocolo de sustentabilidad de Bodegas de Argentina y eso ya es un modelo definido en la compañía. Y también empezamos a abarcar otros temas más amplios como derechos laborales, políticas de género, de acción climática. Por ahí no todos pueden encararlo de esa manera integral, pero creo que todos, desde un pequeño productor hasta alguien que está en la parte de un insumo analógico, tienen para aportar, siempre escuchando qué es lo que está pasando.
Para poner un ejemplo concreto, nosotros tenemos una muy buena gestión de residuos, casi el 95% de los residuos que generábamos tenían un buen destino; todo lo que es orgánico o se composta en la finca o iba a terceros que hacían productos en base a eso; todo lo que era papel, cartón, vidrio, se reciclaba. Pero siempre pensamos que hay que hacer un pasito más. Ahí vimos que había en Mendoza un ecosistema de recolectores y recolectoras urbanas ya organizados y nos acercamos. Hay lugar para hacer un impacto social con una buena gestión de residuos. Es importante golpear puertas y generar alianzas estratégicas en distintos temas, según el expertise de cada sector.
Andrés Valero destaca las características climáticas de Argentina que favorecen la producción orgánica. Sin embargo, señala que requiere constancia a mediano plazo, algo no siempre posible para todas las empresas.
¿Cómo ves a la Argentina en cuestiones de sustentabilidad y cómo crees que nos ven afuera?
Con la producción sustentable en Argentina se ha hecho un buen trabajo. Por ahí creo que nos ha faltado comunicar, ser más organizados o en conjunto. Creo que hay un grupo de bodegas que lideraron ese cambio ya hace 10 años y nos ha permitido tener un estándar reconocido, que es el Protocolo Sustentable de Bodegas Argentinas, que ha hecho que nos reconozcan en muchos mercados.
Tener ese reconocimiento nos ha ayudado a que, cuando hablamos de Argentina, podamos estar en la mesa de discusión, muchas veces viendo que la visión Europea de la sustentabilidad o de otros países puede ser poco aplicable en Argentina. Entonces, tener la oportunidad y animarnos a estar ahí requiere un esfuerzo de constancia y de armonizar la comunicación entre todos. Eso es lo que por ahí más cuesta pero en los últimos años se ve un cambio claro. Hace mucho colaboramos entre las bodegas, además de competir, porque todos entendemos que si la góndola Argentina crece, hay más espacio para competir y si la categoría Argentina es considerada sustentable, todavía hay más espacio para llevar nuestras marcas.