Estas son otras formas de disfrutar del Malbec. Cuando pensamos en Malbec, es fácil imaginar una copa de vino tinto, un buen asado y la Cordillera de los Andes de fondo. Es cierto que durante años esa fue la postal clásica de nuestro vino insignia. Pero hoy las reglas del juego cambiaron. Y es que las bodegas están explorando nuevos estilos que desafían los estereotipos y multiplican las maneras de disfrutar del Malbec que pueden sorprenderte en ocasiones que jamás imaginaste.
5 formas inesperadas de disfrutar del malbec
Malbec blanco: una reinvención audaz
Parece un oxímoron, pero existe. Y es una de las innovaciones más exitosas en el mundo del vino. Se trata de blancos elaborados con uvas Malbec, un desafío técnico enorme por el fuerte poder colorante de la piel de estas uvas. Para sortear esta cuestión, la clave fue cosechar de manera temprana las uvas y aplicar prensados suaves para lograr vinos cristalinos con notas de fruta roja fresquisima.
¿El resultado? Un blanco con alma de tinto, vibrante y refrescante, ideal para el aperitivo, una ensalada fresca, frituras de mar o simplemente para acompañar unas papas fritas con cheddar en el after-office. Para descubrir esta rareza, buscá Trivento Reserve White Malbec, Indomable Blanc de Malbec, Las Perdices Logia o Killka de Salentein.
Malbec estilo Provence: sofisticación rosé
Argentina produce rosados de Malbec desde hace años, pero recién en la última década logró igualar la elegancia de los fragantes rosés de Provence. Esta nueva ola de rosados apuesta por colores sutiles, aromas florales y una frescura etérea que los hace irresistibles, ideales para disfrutar del Malbec.
No te pierdas de servilo bien frío y maridarlo con platos ligeros como ratatouille, un curry especiado o—¿por qué no?—unas ostras frescas. Elegí entre etiquetas como las que proponen Rutini, Finca La Anita, Andeluna y Mikron Rosé de Bodega Krontiras. Vas a descubrir una de las facetas más elegantes del Malbec.
Burbujas con actitud
Brindar con una copa de Malbec no es ninguna novedad. Pero hacerlo con un espumoso de Malbec, definitivamente sí. Elaborados en su mayoría con el método tradicional (Champenoise), estos rosés vibrantes combinan fineza y potencia en cada burbuja.
No solo son perfectos para un brindis especial, sino que también funcionan de maravilla con un filete tártaro, charcutería, jamón ibérico o incluso un postre de frutas frescas con helado. Para esta experiencia, buscá Foster Lois Espumante Malbec Rosé, Lindaflor Extra Brut de Malbec, Tapiz Extra Brut Malbec Rosé y Cruzat Finca Las Peñas Malbec Extra Brut.
Vermut con identidad argentina
¿Qué tienen en común un Negroni y un Malbec? Más de lo que imaginás. Con la explosión del vermut en la escena global y el arraigo que tiene en Argentina, era cuestión de tiempo para que aparecieran versiones a base de Malbec.
La mayoría son estilo Rosso, lo que significa que podés preparar un Negroni con ADN argentino, un Americano o incluso un Manhattan con un touch inesperado. Si te tienta la idea, probá con La Fuerza Vermouth Rojo, Léonce Rouge de Piedra Negra o Fasano Vermouth de Bodegas Bianchi.
Del alambique al Gin Tonic
En las grandes regiones vitivinícolas del mundo, la destilación es un arte. Argentina no es la excepción. Por ejemplo, la tradición de la grappa llegó con los inmigrantes italianos y, por supuesto, también encontró su versión en Malbec con etiquetas imperdibles como las de Bodega Norton, Catena Zapata y la intrigante Gargantua de Yacochuya, de los Valles Calchaquíes.
Pero la verdadera sorpresa llega con el boom del gin. Algunas destilerías argentinas han incorporado Malbec en la maceración, dándole a sus gins una personalidad singular. Si querés probar un Gin Tonic fuera de lo común, buscá Hilbing Gin Malbec, Errante (con enebro patagónico y uva Malbec de Mendoza) o Terrier Gin Pink, que suma mosto de Malbec para un final redondo.
Ya no quedan dudas que el malbec sabe cómo aggiornarse para dar siempre que hablar. Lejos de ser solo un tinto de asado ya demostró su verastilidad para adaptarse a cualquier ocasión con propuestas no convencionales y -estoy seguro- estas no serán las últimas.
