El origen de la IG Trevelin. Ubicado a solo 22 kilómetros de Esquel, principal ciudad cordillerana de la provincia de Chubut y uno de los centros turísticos más visitados del país, Trevelin se encuentra en la zona húmeda de la Patagonia, aunque casi en el límite con la zona seca, y es uno de los puntos más extremos para el cultivo de la vid en Argentina.
Esto, sin embargo, no impidió que Trevelin fuera parte del crecimiento exponencial de Chubut en cuanto a la superficie de viñedos. Así, la provincia pasó de no tener hectáreas plantadas en el año 2000 a crecer más de un 300% en viñedos durante los últimos 10 años.
IG Trevelin: desafíos de los primeros aventureros
Más allá de ser un territorio que durante el año sufre diversas cuestiones climáticas, es una zona en la que hay pocos o casi nulos cultivos. Fue gracias a la obstinación de quienes, en su momento, se decidieron a plantar los viñedos que hoy existen, que Trevelin emergió como un nuevo terroir.
A las cuestiones climáticas se le suma la lejanía a centros urbanos, una situación que complica la logística y la provisión de insumos, y la falta de mano de obra calificada en viticultura.
Respecto a este último punto Sofía Elena, quien luego de recorrer diversas zonas frías del mundo como Oregón, Francia, Nueva Zelanda y Chile llegó a la Patagonia para ponerse al frente del manejo de viñedo y la elaboración de vinos en la bodega Contra Corriente, explica: “En nuestro caso, yo he estado permanente por unos años trabajando a la par de los chicos en el viñedo, para entrenar juntos. Estar en una zona tan extrema que demanda un trabajo más minucioso en el viñedo”.
Clima extremo y heladas continuas
El clima de Trevelin se caracteriza por la presencia de fuertes vientos, frío extremo y heladas durante todo el año, lo que le permite a los productores obtener vinos frescos, de buena acidez natural y mucha presencia de fruta.
El hecho de encontrarse dentro del cordón cordillerano provoca que los ciclos estacionales sean muy marcados, algo que comúnmente no ocurre en otras regiones vitivinícolas de la Argentina. Como muestra, las temperaturas mínimas de la región suelen alcanzar fácilmente los – 4,5° en primavera y otoño.
Sobre las cuestiones climáticas de la zona hay un dato no menor que menciona Marcelo Yagüe, fundador de Casa Yagüe que está vinculado a que, más allá del “combate casi permanente contra las heladas, que implica que en todo el ciclo vegetativo del viñedo utilicen sistemas automáticos de riego por aspersión, y que en determinados momentos llegan a funcionar hasta 12 horas continuas”, año tras año existe una caída en los niveles de lluvias.
Y es que en el año 2014, cuando compraron el terreno en el que actualmente se encuentran sus viñedos, el promedio era de 1700 milímetros por año. Para los años 2019 y 2020 bajó a los 700 milímetros y durante 2021 el techo fue de 600 milímetros.
Estas características geográficas y climáticas, sumadas a la calidad obtenida año tras año, llevaron a que el Instituto Nacional de Vitivinicultura convirtiera a Trevelin en la primera zona geográfica vitivinícola de Chubut, otorgándole la IG Trevelin.
Las variedades de ciclo corto, la mejor opción
Si bien en otras regiones de características similares se han utilizado plantas híbridas que están preparadas para soportar mejor el frío, en la Argentina se utiliza la vitis vinífera y dentro de ellas, las variedades que mejor se adaptan en Trevelin son aquellas de ciclo corto.
Gewürztraminer, Riesling y Pinot Noir son algunas de ellas y al respecto Elena explica que “con esas variedades podemos lograr que madure la fruta y no tener gustos herbáceos desagradables”.
Así, en los vinos blancos podemos encontrar un perfil que incluye flores blancas, hierbas aromáticas, cítricos y frutos de carozo mientras que en los tintos aparecen los frutos rojos, sin nada de gustos herbáceos.
Si algo está claro en el estilo de los vinos de Trevelin es que podemos encontrar una buena presencia de acidez y bajos alcoholes.
El gran futuro de la IG Trevelin
A pesar de los desafíos y las dificultades, Trevelin es un lugar que viene demostrando, a través de los vinos, ser un terroir muy interesante para la viticultura de la Argentina.
Mejorar los accesos aprovechando la buena demanda turística y generar mano de obra capacitada que permita aumentar el tamaño de los viñedos son parte de los desafíos que tiene por delante aunque, más allá de la escasez de producción, los vinos con IG Trevelin son una realidad de la que ya se puede disfrutar.