¡Hola, winelover! ¿Cómo estás? Espero que muy bien. Yo, feliz. Como dice el tango, “siempre se vuelve al primer amor”. Y como ya soy un poquito argentina, volví a mi primer amor: Mendoza.
Es una provincia tan llena de atractivos que siempre hay algo nuevo para conocer. Esta vez viajé a conocer algunas de las bodegas de San Rafael, una de las regiones turísticas más importantes de Cuyo y estación obligada en la Ruta del Vino. Mirá, te cuento más.
Bodegas de San Rafael: historia, presente y futuro
La Abeja, una bodega con historia
En San Rafael no hace falta salir de la ciudad para descubrir bodegas. La Abeja, por ejemplo, está enclavada en el corazón del casco urbano y es pionera en la actividad.
Fundada en 1883 por el francés Rodolfo Iselín, la finca es un deleite tanto por su pasado como por su presente. En la visita guiada podés conocer la rica vida y obra de Iselín, que es también la historia del vino en San Rafael.
La bodega está abierta al público y ofrece una recorrida por sus instalaciones, en cuyo predio yace la antigua casona de su artífice, donde hoy viven sus descendientes.
También podés visitar sus viñedos de Malbec y Cabernet Sauvignon y coronar la experiencia con una degustación de algunos de sus mejores vinos. Quienes quieran ir un paso más allá pueden acompañarlas con una picada gourmet.
Por supuesto, acá te dejo mis seleccionados de La Abeja: en su línea Original, tienen un Chenin, cepa típica de San Rafael, que es una maravilla; y de los Reserva me encantó el Tempranillo.
Iaccarini: pasado y presente
Otro plan para conocer más los vinos y bodegas de San Rafael es visitar Iaccarini. Fundada en 1903 por el italiano Pascual Iaccarini, sus actuales dueños recuperaron la bodega en 2009 y la posicionaron como una referencia de la vitivinicultura local.
Está ubicada en el distrito de Las Paredes y se divide en tres parcelas, protegidas por murallas de álamos.
Si bien las instalaciones son modernas y sofisticadas, también hay lugar para el pasado: se puede visitar una pequeña muestra para conocer más sobre los inicios de la actividad y descubrir obras de artistas locales.
Los vinos de Iaccarini son elaborados por Daniel Pomar, un enólogo joven y de gran prestigio.
Además de conocer el proceso de elaboración, no te podés perder el flamante winebar de la bodega. Está montado sobre viejas piletas en desuso e invita a probar algunas de sus mejores copas, maridándolas con tapeos en un ambiente cálido e innovador.
Obvio, acá te van mis recomendaciones: una locura el Vía Blanca Terroir Series Malbec, me encantó. También elijo el Cavas Don Nicasio Reserva Bonarda, es una maravilla que llevaré a casa para compartir con papá en su cumpleaños.
Bianchi, el coloso sanrafaelino
Ninguna visita a las bodegas de San Rafael está completa sin pasar por Valentín Bianchi. Esta bodega familiar fue fundada en 1928 por el italiano que le dio nombre a la firma y es un verdadero coloso. Sus vinos están presentes en más de 40 países.
En Bianchi podés hacer de todo: visitas guiadas, degustaciones de vinos y picadas y recorridos a pie, en bici y en bici eléctrica por los viñedos. ¡Hasta podés jugar a ser enólogo por un día!
Sí: Bianchi te permite crear tu propio corte de vino, una experiencia que invita a la exploración y a potenciar tu creatividad.
Una perla es su hermosa cúpula, donde se hacen las degustaciones. Allí, formando un semicírculo alrededor del centro, quienes visiten la bodega pueden escuchar las exposiciones de las y los enólogos y guías de Bianchi, compartiendo copas de sus mejores cepas.
Claro, yo tengo mis favoritos, y te los dejo: Particular Merlot, un joya de la vitivinicultura argentina que hay que probar al igual que su Enzo Bianchi Grand Cru.
LJ WINES
La última parada del trip por las bodegas de San Rafael fue LJ Wines. Se trata de un proyecto familiar creado por Cecilia Benavídez y Gonzalo Sosa, quienes, después de años viviendo en el exterior, ahora dedican su vida a la vitivinicultura.
Algo lindo: la empresa fue inspirada por la hija de la pareja, que aparece en las etiquetas remontando un barrilete. Su finca, precisamente, se llama “La Julia” en honor a ella.
Allí se cultivan viñedos de Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot. Los vinos de LJ Wines son elaborados por Fabricio Orlando, enólogo sanrafaelino que trabajó en algunas de las bodegas más importantes del país.
El aporte de Orlando corona el trabajo de Cecilia y Gonzalo. En un principio el proyecto no tenía fines comerciales, aunque ahora sí es posible conseguir sus vinos.
Yo te sugiero algunos: LJW Scrabble Pinot Noir y el LJW Reserva Malbec.
Bueno, hasta aquí la bitácora de hoy. Espero que te haya gustado y tengas más ganas de conocer San Rafael. ¡Nos vemos la próxima!