Famosa por sus paisajes y por la variedad de actividades que ofrece, San Rafael es una parada obligada en cualquier visita a Mendoza. Su célebre turismo aventura y sus caminos del vino, con gastronomía, bodegas y viñedos, redondean una experiencia integral.
Una de las alternativas más originales es hacer cicloturismo en San Rafael, para descubrir esta región de manera sustentable, una modalidad que gana adeptos día a día porque puede practicarse en soledad, pareja, familia o con un grupo de amigos.
Cicloturismo en San Rafael: sol, viñedos y paseos
San Rafael está ubicado en el sur de la provincia, a tres horas de la ciudad de Mendoza. Cuenta con aeropuerto propio y hay vuelos directos desde Buenos Aires.
Abrazado por los ríos Atuel y Diamante, el contorno sanrafaelino presenta oportunidades para ciclistas principiantes y avezados.
Su terreno montañoso y accidentado, sus diques y su clima semiárido son una invitación a la práctica de esta disciplina a nivel deportivo, pero también recreativo.
Desde recorridos urbanos por sus 45 kilómetros de ciclovías hasta excursiones guiadas a través de cañones y desafiantes caminos de montaña, pasando por paseos entre los viñedos y las bodegas, la zona es un crisol de posibilidades.
No es necesario llevar bicicleta propia, ya que al ser uno de los medios de transporte más populares en la ciudad se ofrecen diversos servicios de alquileres para hacer cicloturismo en San Rafael. Hay disponibles bicis tradicionales y eléctricas.
También tiene una escuela de mountain bike, y a lo largo del año se realizan competencias de duatlón, triatlón y pentatlón en las que el ciclismo ocupa un lugar central.
Descenso del Atuel, un circuito desafiante
Una de las excursiones más populares para hacer cicloturismo en San Rafael es el descenso del Cañón del Atuel. Esta travesía dura todo un día y está recomendada para ciclistas con experiencia, debido a su avanzada exigencia.
El traslado hasta la cima es en camioneta, aunque se puede hacer en bicicleta. Desde allí se inicia la bajada, de 35 kilómetros.
Se va bordeando el curso del río Atuel y se atraviesan las centrales eléctricas I, II y III y Nihuil IV Valle Grande. Además del circuito en bicicleta, esta opción incluye 12 kilómetros de rafting -un emblema del turismo sanrafaelino- y otros tres de trekking.
Se desciende por caminos de ripio -los mismos que usan los autos- y pendientes pronunciadas, descubriendo un paisaje montañoso único, repleto de colores y puntos panorámicos que obsequian una vista privilegiada del embalse y sus aguas azuladas.
La zona del Nihuil está preparada para ser buena anfitriona y tiene complejos de cabañas y campings para quienes deseen pernoctar.
Caminos de montaña
Una propuesta de dificultad intermedia son los caminos de montaña. En este segmento, Villa Las Tinajas es uno de los sitios predilectos. Ubicado al sur de San Rafael, sus parques Aventura y La Paloma están conectados entre sí por distintos circuitos, en los que se destacan como atracción sus pinturas rupestres.
Por otra parte, su fisonomía particular invita al uso de una mountain bike debido a sus senderos rocosos. Esto implica que el trayecto, además de turístico, tiene tintes deportivos y competitivos.
Descensos empinados, cruce de arroyos secos y piedras de gran tamaño son algunos de los obstáculos naturales a sortear a lo largo de un camino de 12 kilómetros, donde la adrenalina es la estrella principal. La duración del recorrido es de aproximadamente dos horas.
A diferencia de la bajada al Cañón del Atuel, el circuito de Villa las Tinajas es exclusivo para bicicletas y se hace a campo traviesa.
Aunque sus trazas son más cortas y su duración menor, conlleva un grado de intensidad importante. Por ese motivo, suele ser escenario de eventos deportivos y una de las propuestas predilectas de los ciclistas.
Viñedos y bodegas en la ciudad
Quienes busquen una alternativa menos exigente, o simplemente quieran recorrer en dos ruedas los caminos del vino, pueden optar por los paseos a las bodegas.
Una de las ofertas para este plan es hacer la excursión que une Valentín Bianchi, Chaglasian y la finca Familia Camargo.
Las tres bodegas invitan a descubrir sus viñedos en bicicleta, en un circuito de dificultad apto principiantes que incluye degustaciones de vinos, aceites de oliva y productos regionales. También se pueden recorrer las instalaciones y participar de visitas guiadas.
A la vez, la travesía brinda un panorama amplio de la producción vitivinícola y olivícola, ya que permite conocer un sistema de elaboración industrializado, uno boutique y otro familiar y artesanal, respectivamente, con sus particularidades e historia.
En paralelo, se puede optar por un recorrido urbano, utilizando la extensa red de ciclovías. Este circuito consta de 18 kilómetros y atraviesa un corredor productivo que incluye a las bodegas La Abeja, Rivier, Suter, Yancanelo, Murville y Camargo, entre otras.
En soledad o compañía, con experiencia o como novato, el cicloturismo en San Rafael le da aire a los que busquen conocerla a puro pedaleo.
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