Los tesoros de Cachi que llenan los ojos, el corazón y las copas

Bodegas de Cachi

¡Hola winelover! Te debía la bitácora de mi pasada por las Bodegas de Cachi, un stop imperdible en la región del Noroeste argentino y un tesoro de los Valles Calchaquíes. Se trata de un pueblito de ensueño, emplazado a más de 2600 msnm, donde el paisaje repite los colores de la tierra y la arquitectura antigua del casco histórico enamora.

¿Qué no te podés perder en Cachi? Por un lado, los básicos: caminar -por favor, siempre con sombrero, botella de agua, zapatillas cómodas y protector solar-, por las calles adoquinadas, llegar hasta la plaza central, sacar fotos en la Iglesia San José, elegir un bar típico de alguna de las bodegas de Cachi para probar un vinito con alguna delicia regional y llenarse los ojos del perfil del pueblo, rodeado de cardones y picos nevados. 

Bodegas de Cachi

A esta altura, con toda justicia me considero una winelover consagrada, capaz de sostener una charla con productores en un viñedo y citar a enólogas y enólogos de Mendoza, Córdoba y Salta, y también puedo decir que declaro mi amor por el Torrontés, que refresca el mediodía en estas latitudes. 

Bueno, volviendo a la guía de viaje, para todo eso no necesitás más de un día. Pero, si me preguntás a mí, te diría que agendes algunos más para permitir que se revelen los tesoros vitivinícolas de este lugar. Es que Cachi ya es un destino para el turismo del vino y es ese perfil el que me convoca. Acá te cuento sobre las bodegas de Cachi, este pequeño paraíso salteño.

Bodegas de Cachi

Bodega Puna

La primera parada fue en esta bodega de Cachi que encuentra el sabor de sus vinos en lo inhóspito del territorio: las condiciones extremas del clima y la amplitud térmica, los rayos del sol y la altura imprimen cualidades únicas en sus Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Tempranillo y Torrontés. 

Hice la visita guiada, que es gratuita, y me agradecí muchísimo haber tomado la precaución de reservar con tiempo para almorzar en el restaurante, un highlight indiscutido de esta zona. 

Bodegas de Cachi

Te dejo un par de datos: la carta es muy variada, y también se puede ir a desayunar o tomar el té. Debo decir que la mousse helada de Malbec y Torrontés que elegí de postre va a quedar entre mis mejores recuerdos de este viaje. Y de los vinos, mi preferido sin dudas fue el Sauvignon Blanc, por su carácter singular y expresivo.

A la tardecita, podés tomar un vino en el bar de la bodega en la plaza de Cachi.

Miraluna

Mi hogar durante dos noches inolvidables cerquita del sol, de la tierra, de las estrellas y de los viñedos. Me quedé en una de las cabañas de la bodega, construidas con materiales nobles de la región que se funden con el paisaje. Miraluna cumplió mi sueño de tener… ¡Una bodega en el patio!

Apenas llegué y me instalé, me sumé a una de las visitas guiadas gratuitas, que no necesitan reserva previa. Basta con chequear horarios por Instagram y presentarse un cuarto de hora antes. 

Bodegas de Cachi

En 20 minutos recorrí viñedo, bodega y cava para conocer todo el proceso desde la planta hasta la botella, y aprendí que el diseño de los vinos está basado en la alta densidad de plantación (menos kilos de uva por planta, más concentración) y la orientación Noroeste-Sureste. 

Te deseo que este 2023 te regale una humita en chala y un Ekeko Malbec -increíble- en una noche de luna llena en el Valle. 

Adentro

Sin duda, uno de los hits más interesantes en la movida de las bodegas de Cachi, de la cual me enteré leyendo este artículo. Me interesó este proyecto situado al pie del Cerro Nevado de Cachi porque sus pilares y su filosofía tienen que ver con el trabajo con las comunidades, el respeto y la puesta en valor de la cultura local y las tradiciones ancestrales y las prácticas ecológicas. Quiero todo esto en mi copa y en mis brindis. 

Bodegas de Cachi

A más de 2800 msnm, en finca propia y uno de los viñedos más altos del mundo, se cultivan Malbec, Merlot y Torrontés, y vinos de corte del portfolio. No te pierdas su Torrontés, uno de los más exquisitos que probé durante este periplo.

Adentro exporta a Suiza, el país de origen de Christian Gotz y Viera Merz, donde sus vinos son muy bien recibidos. Hablame de círculos que se cierran.

Estoy segura de que con esta info ya te tenté para sumar a las bodegas de Cachi entre los musts de tu ruta del vino. Contame si ya conocés alguna, así intercambiamos aventuras enológicas. Nos leemos en los próximos capítulos de este viaje. ¡Hasta el próximo descorche! 

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