Recurso hídrico: qué hacen las bodegas argentinas para optimizarlo y preservarlo 

Recurso hídrico en bodegas argentinas
PH: Terrazas de los Andes

La sustentabilidad es un tema cada vez más presente, y en un contexto de crisis hídrica, el cuidado del recurso hídrico en bodegas argentinas y su uso eficiente es uno de los pilares que más atención demanda

La vid necesita de este recurso natural cada vez más escaso, aunque es uno de los cultivos que menos agua demanda, y la mayoría de las zonas vitivinícolas del país son semidesérticas, de modo que el riego es un aspecto fundamental dentro de la viticultura. 

El recurso hídrico en bodegas argentinas

Recurso hídrico en bodegas argentinas

El recurso hídrico en bodegas argentinas se usa en las distintas etapas del proceso productivo, por lo que las bodegas no solo han tomado acciones en el campo, sino también puertas hacia dentro de sus  establecimientos, optimizando el uso y concientizando a sus equipos de trabajo. 

Florencia Seca, responsable de Normas, Calidad y Sustentabilidad de Bodega Don Cristóbal, cuenta que la sustentabilidad ha estado presente en la bodega desde sus comienzos en la década de 1990. Al ser una compañía que dedica el 80% de su producción a la exportación, los requerimientos de los distintos mercados, sumados a la convicción empresarial hicieron que a lo largo de estos años adoptaran una conciencia ambiental. 

“Tenemos una forma de trabajar muy focalizada en medir y cuantificar todos los procedimientos. Uno de sus próximos objetivos es la medición de la huella hídrica. Con capacitación y actualizaciones periódicas en la materia, en lo que al uso del agua respecta, en Don Cristobal cuentan con 147 hectáreas orgánicas divididas en cuatro fincas en Ugarteche, Rivadavia y Junín, de las cuales 130 cuentan con riego por goteo. Asimismo, uno de sus próximos objetivos es la medición de la huella hídrica. 

“Cada milímetro de agua que le aportamos a la planta mediante el riego tiene que estar justificado. Para eso hacemos un modelo en función de los datos climáticos de la zona en la que está el viñedo, el cultivo, las especies de malezas o hierbas que crecen alrededor y otros parámetros, para determinar la cantidad de milímetros de agua que necesita la planta en cada una de las épocas del año”, explica Seca.

Las ventajas del riego por goteo

Recurso hídrico en bodegas argentinas

Si hablamos del uso racional del recurso hídrico en bodegas argentinas, el riego por goteo es el sistema más eficiente con un 95 a 100% de eficiencia en el uso de agua. En comparación, los sistemas de aspersión tienen entre un 80 y 85% de eficiencia y el método de inundación,  entre 40 y 60% de eficiencia. Es por eso que desde hace ya más de tres décadas las bodegas argentinas eligen el riego por goteo, aunque aún representa una porción minoritaria de la vitivinicultura nacional. 

Una de las pioneras en su implementación en Mendoza fue Pulenta Estate (al momento de la instalación, perteneciente a Grupo Peñaflor), también desde los años 90. “Con el riego por goteo, de 100 litros, 95 le llegan a la planta como corresponde. En cambio, en el riego superficial hay un  40% de eficiencia. Son infinitas las mejoras en un riego por goteo, que es a lo que tiene que aspirar el mundo entero y sobre todo, Argentina”, plantea Facundo Yazlli, ingeniero agrónomo de la bodega.

Por su parte, Javier Lo Forte, enólogo de Pulenta Estate agrega que además de tener el 100% de sus fincas con riego por goteo, desde hace ya varios años implementan  el reuso agrícola de toda el agua que usan. “A toda el agua que utilizamos, tanto para el proceso de elaboración, limpieza de tanques y de maquinaria, inclusive el embotellado, le hacemos un tratamiento y reutilizamos en nuestros jardines y también en los viñedos”, asegura. 

Un salto de calidad

Recurso hídrico en bodegas argentinas

Bodega La Celia cuenta con el 100% de sus 500 hectáreas de viñedos con el sistema de riego por goteo. Además, el establecimiento -pionero en el Valle de Uco- no solo cuenta con la certificación del protocolo de sustentabilidad de Bodegas de Argentina: también realiza una medición de la huella hídrica y de carbono. 

“La cantidad de agua que aplicamos es un balance que se hace entre el aporte de lluvias -prácticamente nulo- y lo que necesita la planta. Tenemos en cuenta la evapotranspiración para cada momento y en base a eso decidimos semana a semana lo que le vamos a aplicar a nuestros viñedos. Además tenemos sensores y estamos implementando una plataforma que nos brinda algunas consideraciones de riego”, explica Agustín Leiva, ingeniero agrónomo de La Celia. 

Leiva añade que el requerimiento hídrico también está determinado según la división de parcelas del viñedo, los distintos niveles y los rendimientos que presentan. Todos estos detalles que hacen a la eficiencia del riego no solo tiene un alto beneficio ambiental, también han ayudado a mejorar la calidad de los vinos. 

“Hemos notado que los vinos resultantes tienen mejor expresión aromática con la pureza del lugar. Todo esto apalancado con las cosechas más tempranas en término de madurez”, argumenta Andrea Ferreyra, enóloga de La Celia. 

El impacto social

En el caso de Foster Lorca, Carina Barros, Responsable de Calidad en la bodega de Luján de Cuyo, detalla que dentro de sus acciones de sustentabilidad (certificadas desde 2022), el agua ocupa un papel importante. Tanto en la bodega como en la finca, aplican medidas de distintos niveles, desde arreglos de pérdidas en las conexiones de agua, pasando por pistolas de corte en las mangueras de riego, reutilización del recurso hídrico que implementan en el sistema de etiquetado, hasta el riego por aspersión o por goteo en la finca. 

Para lograr todo eso, el primer paso fue la capacitación del personal. “Si nuestros trabajadores no toman consciencia, es muy difícil implementar un protocolo”, asegura Barros. El resultado fue exitoso: con la implementación de estas acciones, en el último año han logrado disminuir un 35% el consumo de agua. 

“También es importante lo que genera en la gente, no solo en la empresa, sino en sus hogares. La sustentabilidad tiene tres pilares y uno de ellos es social. Con esto, además de cuidar lo ambiental logramos un cambio en nuestra comunidad de trabajadores. Es importante poder sembrar y contagiar estas acciones”, destaca Barros.

La calculadora de huella de agua y carbono

Desde comienzos de este 2023, las bodegas argentinas tienen una nueva herramienta para medir la huella hídrica y de carbono: Investigación, Desarrollo e Innovación (IDI), unidad ejecutora de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) puso en funcionamiento la Calculadora de Huella de Agua y Carbono. 

La huella de agua es una métrica con la que se cuantifican los impactos potenciales relacionados con el uso y consumo de agua de un sistema, mediante la recopilación y evaluación de las entradas y salidas de flujos de agua expresada en m3 equivalentes. La huella de carbono es la suma de los gases de efecto invernadero (GEI), emisiones y remociones, de un sistema que se expresan como CO2 equivalente/unidad de producto y se basa sobre una evaluación de ciclo de vida analizando solamente la categoría de impacto Cambio Climático. Estos dos indicadores son claves a la hora de medir el impacto, la eficiencia y la sostenibilidad de cualquier productor o empresa.

El uso de esta herramienta es libre y gratuito. Como argumentan desde Coviar, su importancia estratégica radica en que estos cálculos permiten el diseño de estrategias de mitigación hacia procesos más benignos con el ambiente y calcular los cambios que produciría, por ejemplo, la incorporación de una determinada tecnología antes de su instalación.

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