Para el mundo de la gastronomía y también del vino, la noticia de la guía MICHELIN en Argentina, específicamente en Buenos Aires y Mendoza -las dos primeras en ser relevadas por quienes evalúan- es un hito absoluto.
Se trata del primer país hispanoparlante de América Latina en abrirle sus puertas a la prestigiosa guía. Y, además, representa un reconocimiento tácito, una mirada positiva sobre los méritos de la gastronomía argentina, que no para de crecer y demostrar su talento aquí y en el mundo.
Es una legítima e indiscutida manera de aparecer en el mapa gastronómico internacional, y también un factor de enorme atractivo para turistas que buscan gastronomía de primer nivel. Según el Ministro de Turismo y Deportes de la nación, Matías Lammens, las consultoras especializadas confirman que los turistas que visitan un país se quedan una noche más si hay estrellas MICHELIN.
GUIA MICHELIN EN ARGENTINA
Del evento de lanzamiento de la guía MICHELIN en Argentina, en el Four Seasons Hotel Buenos Aires, participaron el Ministro Matías Lammens, Elisabeth Boucher-Anselin, directora de Comunicaciones Global de la Guía MICHELIN, y Eliana Banchik, CEO de MICHELIN Argentina, quienes revelaron algunos detalles sobre cómo trabajan estas misteriosas personas que ya están recorriendo los restaurantes porteños y mendocinos: lo hacen de manera anónima, pagan su consumición y luego elevan un informe que será evaluado de forma colectiva por los integrantes de la guía.
Son cinco los valores universales que, explicaron las organizadoras, distinguirán a los restaurantes elegidos por la Guia Michelin en Argentina: Calidad del producto e ingredientes; Dominio de las técnicas culinarias; Armonía de los sabores; La personalidad del chef en su cocina y La regularidad a lo largo del menú y el año; esto quiere decir que el nivel de los platos debe ser mantenido desde enero a diciembre.
Los primeros restaurantes elegidos se conocerán el próximo 24 de noviembre. “En Argentina encontramos increíbles talentos que quizás nadie conoce. Por eso, queremos decirle al mundo: ´Miren lo que pasa en Argentina y lo que hace este chef, deben ir ahí’”, explicó Boucher-Anselin.
LAS VOCES DE LA EXPERIENCIA
Sebastián Weigandt es el chef de Azafrán, uno de los restaurantes más destacados de Mendoza. Además, asesora a diferentes bodegas y tiene una mirada amplia sobre la gastronomía y la industria del vino. Para él, la presencia de la guía MICHELIN en Argentina “es de las mejores noticias que le pueden pasar a la gastronomía argentina. Y también es algo por lo que vengo luchando desde hace bastante tiempo: la descentralización. Acá en Mendoza creció muchísimo la gastronomía y lo lindo de la guía es que premia eso: dónde se come bien, dónde te atienden bien y las cosas funcionan bien. Va a ser un antes y un después para la gastronomía argentina”.
El enoturismo, reflexiona el cocinero, es una parte fundamental de ese crecimiento. ”Yo creo que el mundo del vino y el mundo de la gastronomía hoy es casi el mismo nombre y tiene todo que ver, porque hay muchos restaurantes que le cocinan al vino y están haciendo cosas fabulosas. Por eso MICHELIN viene a buscarnos”.
Patricia Courtois, cocinera, ganadora de la primera edición del Prix Baron B Cuisine, asesora gastronómica de restaurantes de bodegas -hoy al frente de 5 Suelos, de Durigutti Family Winemakers y Colomé- celebró la llegada: “con sorpresa y alegría, sabiendo los beneficios que traerá a nuestro país en general. Creo que MICHELIN mira con buenos ojos la creciente y diversa oferta enogastronómica que ofrecemos en la provincia de Mendoza”.
Para Flavia Amad, chef del restaurante Osadía de Crear, de Susana Balbo Wines, “En los últimos cinco, diez años, viene habiendo una revolución gastronómica muy importante en Mendoza, con un crecimiento gigante. Se nota el cambio, la evolución en el tipo de gastronomía, en el conocimiento, en la implementación de productos y de técnicas para potenciar los distintos productos. Estoy súper orgullosa de lo que está pasando en la provincia.
Por ser parte de una bodega, yo entiendo que la vedette son los vinos. Entonces todos los platos que elaboro, en su gran mayoría, trato de que sean para elevar los vinos que sé que voy a maridar. Mendoza es una capital de vino a nivel mundial, con un montón de bodegas y de proyectos que hacen vinos increíbles”.
Para Pablo del Río, Chef de Luigi Bosca, la llegada de la guía es un gran estímulo: “Este tipo de guías internacionales con tanto prestigio te empujan hacia arriba. Creo que lo positivo es que los restaurantes van a levantar el nivel, que es muy bueno, pero se va a buscar algo más que solo dar de comer rico”.
En cuanto al lugar del vino mendocino en la ecuación, es claro: “El vino puso a Mendoza en el mapa. Empezó a recibir mucho turismo de afuera gracias al vino y eso hizo de Mendoza un destino internacional. La gastronomía mendocina se debe al vino”.
Respecto a la influencia del arribo sobre la oferta de vinos, del Río arriesga un pronóstico: “No creo que cambie la propuesta de vinos en los restaurantes o en las bodegas pero sí va a cambiar el concepto, el por qué de los vinos, de qué vino elegir, para qué plato o el menú o la historia que vas a contar. Creo que lo que se viene ahora es reforzar y redefinir un poco más conceptualmente qué es Mendoza, gastronómicamente hablando”.
