Con más de tres décadas de trayectoria en el mundo del vino, el bodeguero Marcelo Miras se destaca como un enólogo de renombre que ha dejado su huella en la región vitivinícola del Alto Valle de Río Negro. Con antecedentes de peso en bodegas emblemáticas como Humberto Canale y Bodega del Fin del Mundo, Miras ha elegido una nueva dirección en su vida al asentarse con su familia en Mainqué, en una chacra que data del año 1958. Allí fundó su Bodega Miras.
Bodeguero Marcelo Miras: el desafío del riego sostenible
La chacra, adquirida en 2017, marcó un punto de inflexión para el bodeguero Marcelo Miras, quien pronto se cuestionó cómo mejorar el sistema de riego en una región históricamente habituada al riego por inundación. Consciente de la abundancia de agua -el caudal del Río Negro es generoso, y la calidad del agua es excepcional- pero decidido a ser más eficiente en su uso, comenzó un arduo proceso de transición hacia el riego por surcos.
Este cambio, explica, no solo implica ajustes técnicos en los terrenos, sino también un cambio cultural en la forma en que las personas trabajan la tierra. “Más allá de tener una disponibilidad de agua, nos preguntamos ¿cómo podemos mejorar el sistema de riego? ¿Cómo podemos ser más eficientes y aprovechar mejor el agua? Porque si bien hay mucha y termina en el Atlántico, uno cuando ve otras provincias con problemas bastante complicados con el tema del agua. Y uno nunca sabe cuándo cuándo puede llegar a pasar”.
El desafío humano, sostiene, es clave. Para el bodeguero Marcelo Miras, la complejidad no radica solo en modificar el sistema de riego y nivelar los suelos, sino también en cambiar mentalidades. Del simple acto de abrir compuertas al delicado trabajo de planificar el riego, la transición ha requerido un esfuerzo constante para acostumbrar a los trabajadores a un nuevo método más eficiente y amable con el medioambiente.
Residuos: un cambio colectivo
Marcelo Miras apunta a un cambio colectivo que no solo beneficie a su generación, sino también a las futuras, preservando la calidad del agua y el medio ambiente.
Por eso, y además de transformar el riego en su nueva bodega, este emprendimiento es un ejemplo de cómo iniciar una unidad de negocios con una mirada ambientalmente responsable. Desde separar residuos hasta buscar soluciones de reciclaje y compostaje, el bodeguero Marcelo Miras y su familia -que además viven en la chacra, por lo cual la transformación va más allá del modelo de negocios- han llevado adelante un cambio de paradigma en la gestión de desechos, buscando concientizar y conectar con la comunidad local.
“Nosotros vivimos en la chacra, con mi señora y mi hija menor. Entonces pensamos: ¿qué es lo más fácil? Juntar los residuos, ponerlos en una bolsa y llevarlos al basurero municipal. Muchas cosas a veces uno las hace sin darse cuenta, o no le presta atención, las hace mecánicamente. Como esta es una bodega nueva, ¿por qué no empezar a trabajar de otra manera diferente y separar los residuos, tanto los que generamos en casa como los pocos residuos que va generando la bodega? Porque en definitiva, en la bodega elaboramos, por lo tanto siempre hay uno que otro residual”.
Marcelo Miras comparte que, saliendo de su propio entorno productivo, también ha conversado con el intendente del pueblo -que tiene 6000 habitantes- para pensar estrategias de reutilización para, por ejemplo, envases de vidrio.
También en el viñedo, Miras muestra un compromiso profundo con el cuidado de las uvas y, en definitiva, del producto final: el enfoque orgánico destaca por la ausencia de azufre en los viñedos, priorizando el cuidado del medio ambiente de manera natural. Sus vinos orgánicos certificados Pinot Noir y Malbec son las pruebas.
“En la chacra que compramos hicimos una bodega pequeña, una verdadera bodega garage porque era el garage real para los tractores. Tenemos una capacidad de 30.000 litros. Tanto la chacra como la bodega tienen certificación orgánica, que estamos haciendo con Letis. También tuvimos, hace poco, una inspección de Wofa y Bodegas de Argentina. No sé si nos va a ir bien con la uva, no sé si nos va a ir bien con el vino, pero sí nos va a ir bien con la naturaleza”.