Las mujeres ganan protagonismo en el vino argentino

Las mujeres ganan protagonismo en el vino argentino

En Argentina, son cada día más las mujeres que ocupan puestos claves. La industria del vino no es ajena a esta saludable tendencia. Es un fenómeno relativamente nuevo, sin embargo, que arrancó con algunas pioneras en las décadas de 1980 y 1990, como la enóloga Susana Balbo, primera mujer licenciada en enología, al frente de Susana Balbo Wines, y Laura Catena, directora general de Bodega Catena Zapata.
Cuando ellas empezaron, el vino todavía era un terreno indiscutiblemente masculino. Su camino inspiró a otras. Y una nueva generación de mujeres trazó una vía ascendente en la década de 2000. Entre ellas, algunos ejemplos cabales son Andrea Marchiori, socia de Paul Hobbs en Viña Cobos, Gabriela Celeste, partner de Michel Rolland en América del Sur, Estela Perinetti, que lideró el proyecto Bodegas CARO, y Silvia Corti, enóloga y brand ambassador de Bodega Argento. Todas responsables de grandes vinos.
La tendencia es creciente. En la década en curso, cada vez más mujeres lideran eslabones de la cadena productiva del vino. Así, mientras nuestro país siga ofreciendo productos que sorprendan, no sería de extrañar que algunas de las mujeres que listamos a continuación ocupen las portadas de los medios especializados del mundo.

Primera Línea. Durante los últimos diez años, se consolidó muy fuerte la figura de las enólogas y agrónomas en el ámbito vínico argentino, una tendencia que sigue en alza. Formadas al amparo de grandes referentes de la vitivinicultura, tienen menos de 40 años y llevan adelante importantes proyectos vitivinícolas en Argentina. Con sus vinos como parámetro, la avanzada enológica local demuestra que la vitivinicultura dejó de ser un ámbito exclusivo de hombres. Incluso, ya sea por su sensibilidad y gusto o por sus capacidades de gestión, cada día son profesionales más buscadas.
Entre las más renombradas, figura Paula Borgo, enóloga mendocina con experiencia en Estados Unidos y Europa, que desde 2003 se encarga de los vinos de Bodega Séptima. Su estilo, consistente en los trece años que lleva en la bodega, propone sabores típicos del vino mendocino. Labor que también cumple Noelia Torres en Viña Cobos, donde trabaja desde hace una década junto al winemaker Paul Hobbs. A pesar de su bajo perfil, dos vinos en los que mete mano acaban de ser reconocidos en los Argentina Wine Awards con dos Trophies. A cargo de los vinos de Bodega Piattelli, tanto en Mendoza como en Salta, Valeria Antolin es otra figura en ascenso. En 2015, Piattelli Premium Reserve Malbec, elaborado por ella, ocupó el puesto 44 del TOP100 de Wine Spectator. Por su parte, Carola Tizio se ha convertido en una experta del Malbec a partir del interesante porfolio que desarrolla para Bodega Vicentín.

Segunda línea. Hoy el negocio del vino demanda mucho tiempo de los enólogos. No solo en bodega, sino también visitando mercados para apuntalar las ventas. Pero ninguno podría recorren el mundo tranquilo sin la seguridad de que sus barricas, tanques de fermentación y viñedos recibirán la mejor atención. Para cuidar las espaldas de los winemakers más destacados, en los últimos años aparecieron unas guardias femeninas que, con perfil bajo, pilotean muchas bodegas.
Rondan los 30 años y ya tienen un rol fundamental en el escenario vitivinícola local. Laura Principiano, por ejemplo, es ingeniera agrónoma y responsable de vinificaciones en la nueva bodega de la familia Zuccardi en Altamira (Valle de Uco). También a cargo del área de Investigación y Desarrollo, define estilo y calidad de los vinos de la bodega junto al winemaker Sebastián Zuccardi. En misma sintonía, Laura Mulet es enóloga en la champañera Cruzat y ladera incondicional del reconocido Pedro Rossell. Formada bajo el ala del mago argentino de las burbujas, Mulet se ocupa de cada botella de la casa y acompaña a su mentor en cada presentación de la bodega. En Catena Zapata, Alejandro Vigil confía sus creaciones a Mariela Molinari, segunda enóloga de la bodega más premiada del país y encargada de la promoción en los mercados europeos. Con una aguda visión del negocio, Molinari asume el control de las etiquetas más representativas en la bodega de la pirámide. Trivento y Finca La Anita también apuestan al sovoir faire femenino. En el caso de la bodega mendocina de capitales chilenos, es Victoria Prandina quien diseña los vinos de las líneas premium. Por su parte, Soledad Vargas hace lo propio con los vinos clásicos de la bodega de Manuel Mas. Por último, una de las jóvenes promesas de la enología local es Paula González, de Bodega Casarena. No solo diseña buenos vinos junto al winemaker Bernardo Bonilla, sino que pronto presentará su propia etiqueta.

WOFA en clave de mujer. También en los organismo de promoción, como Wines of Argentina, las mujeres ocupan roles clave. Basta mirar el staff de la entidad para darse cuenta: sobre un total de once cargos, ocho están en manos femeninas. Suyos también son los logros del organismo. Las protagonistas, son: Soledad Juncosa, Hospitality Manager; Carolina Tonnelier, Area Manager Latinoamérica; Raquel Correa Area Manager Estados Unidos y Canadá; Magdalena Pesce Marketing & Comunication Manager; así como las segundas líneas de todas las áreas: Sofía Brazzolotto, Julieta Gutierrez, Analía Lucero y Natalia Oviedo.

Sommellerie femenina. El oficio creció en Argentina al mismo ritmo que la reputación del Malbec en el mundo. Y como dato diferencial, entre los sommeliers argentinos se debe destacar que son las mujeres las que siempre logran mejor performance. Por ejemplo, el Concurso Mejor Sommelier de Argentina ya cuenta con seis ediciones y solo ha sido ganado por mujeres. Entre ellas, se destaca Paz Levinson, actual sommelier en Le Bistro de París y mejor sommelier de las Américas de acuerdo con la última edición del concurso organizado por la Asociación Panamericana. En 2016, Levinson representará a su país en el mundial que la Association de la Sommellerie Internationale organiza en Mendoza. Cabe destacar que en el último mundial de Japón esta argentina se ubicó en el puesto catorce.

Como dijimos, el vino no es ajeno al nuevo rol laboral de las mujeres en el mundo. En Argentina, como queda claro, incluso lideran la transformación del gusto. Ahora nada más les resta ganar fama. Y no están lejos.

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