¿Cuánto sabes del vino argentino? Lo primero que debés saber es que Argentina es el quinto productor de vinos a nivel mundial, con 400 años de tradición vitivinícola, de modo que cualquier botella de vino nacional que elijas te va a asegurar excelente calidad. Por otra parte, si bien Argentina es reconocida internacionalmente por sus tintos de Malbec, también ofrece una amplia variedad de cepas y estilos.
Demos los primeros pasos.
Malbec, el mejor comienzo.
Este varietal tinto domina el 20% de la superficie con viñedos en Argentina y es la especialidad de sus enólogos en todas las regiones vitivinícolas. Como vino tinto debemos destacar que es muy versátil, de modo que se adapta a diferentes paladares a partir de las distintas propuestas que ofrece cada bodega.
Si sos un amante de los vinos ligeros y frescos, lo ideal es que busques entre los Malbec jóvenes sin crianza en barricas. En estos casos se trata de tintos jugosos de sabor frutal definido y cuerpo medio. Son vinos ideales para carnes rojas, pastas y pizzas.
Ahora, si tus preferencias se relacionan con los tintos más corpulentos al estilo Napa Valley lo mejor es que elijas aquellos que provengan de zonas tradicionales como Luján de Cuyo o Maipú, ambas en Mendoza. Allí los tintos son voluptuosos e intensos, al igual que los que llegan desde los viñedos del Norte argentino, donde la altura y el clima árido aseguran potencia en las copas.
Por último, si te gustan los vinos complejos y sofisticados, actualmente los Malbec del Valle de Uco en Mendoza, Río Negro en Patagonia o el Valle de Pedernal en San Juan son los que mejor se van a adaptar a tu paladar.
Sorprendete con los blancos.
En los viñedos argentinos de altura se logran excelentes resultados con uvas blancas como Chardonnay, mientras que los vinos de Torrontés son tan curiosos como cautivantes.
En cuanto al Chardonnay, es en los viñedos de montaña, por encima de los 1200 msnm, donde se obtiene la mejor expresión gracias a los climas moderados y la buena insolación que asegura la altitud. Los hay joviales y refrescantes y también de los más elegantes y refinados, fermentados en barriles al estilo borgoñón y californiano.
En cuanto al Torrontés debés tener en cuenta que es una cepa nativa de Argentina, con una identidad floral muy penetrante y paladar súper fresco y sabroso. La tradición es acompañarlo con empanadas de carne molida, uno de los manjares más populares de Argentina, pero es un gran aliado de platos condimentados y picantes de modo que la gastronomía mexicana o thai le van de maravillas.
Argentinos de perfil clásico.
Las referencias internacionales más tradicionales a la hora de hablar de tintos son, sin dudas, Burdeos y Rioja, ambos orígenes de vinos complejos y de buen cuerpo. Para los fanáticos de estos vinos, Argentina cuenta con una exquisita tradición elaborando assemblage de Malbec y Cabernet Sauvignon, que se completan con Merlot o Cabernet Franc según las preferencias de cada productor. Es una escuela muy clásica que recurre a la crianza en roble por al menos un año, de modo que los resultados son complejos y refinados.
Algo muy similar ocurre con los varietales de Cabernet Sauvignon. Rey entre los tintos, se cultiva al pie de los Andes desde hace 150 años y el expertise de los winemakers argentinos para vinificarlo es reconocido en el mundo. Un dato extra: son una gran apuesta para guardar años en la cava.
Para los cazadores de tendencias.
En los últimos años, los vinos argentinos de Cabernet Franc comenzaron a cautivar paladares alrededor del mundo. Al parecer, las condiciones de los terruños de altura son las apropiadas para el tinto estrella de Saint Emilion. Al momento los mejores resultados, algunos con 100 puntos de los más renombrados críticos, son de Mendoza y más precisamente de las regiones frescas del Valle de Uco. Sin dudas, apostar por estos vinos es una inversión con mucho potencial, pero también ideal para sorprender hoy a expertos.
Rosados de los Andes.
Argentina se ha convertido en origen de grandes vinos rosados, indispensables para los que aman los aromas y sabores de los vinos de la Provence. Los hay de Malbec, cosechado muy fresco para conservar su acidez vibrante, pero también se lucen los de Pinot Noir, mientras que algunas sorpresas son los de Cabernet Franc, Granache o Tempranillo. Como diferencial ofrecen un poco más de volumen en boca que los europeos y esto le juega a favor a la hora de pensar en pastas, alitas de pollo o burritos, aunque son un must con ensaladas y mariscos.
Atención wine geeks.
Las tendencias más importantes del mundo del vino encuentran interpretaciones muy acertadas en Argentina. Desde los vinos de uvas autóctonas, como pueden ser los elaborados con cepas Criollas (también conocidas como Listán Prieto en Europa o País en Chile) a partir de viñedos centenarios, hasta los Orange Wines y Pet Nat, todos estos estilos son imprescindibles para cualquier experto en busca de curiosidades. También los vinos orgánicos y biodinámicos ocupan un lugar muy importante para las bodegas del principal productor de vinos de Sudamérica.
Por lo tanto, ya seas un consumidor ocasional de vinos, un winelover en formación o un experto, te podemos asegurar que entre los de Argentina encontrarás muchísimas botellas para sorprenderte y compartir.