Del Ródano a los Andes

Cepas mediterráneas en Argentina

Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc. Y otra vez: Cabernet Sauvignon, Merlot, Cabernet Franc. Llega un punto en el que uno se pregunta si el mundo del vino es más ancho que el puñado de variedades bordelesas que forman el ABC del vino mundial. 

Para saberlo, hay que buscar en los márgenes que dejan esas variedades mainstream y meter la nariz en otros rincones del globo. Ahí hay lugar para descubrir y enamorarse de otros estilos de vino. Entre ellos, el valle del Ródano y su porción mediterránea, ubicado en el sur de Francia, destacan por lejos.

Grenache, Carignan, Mourvèdre o sus versiones españolas Garnacha, Cariñena y Monastrell, sumadas a Syrah, Marsanne, Roussanne y Viognier forman el corazón de esta región solar, marcada por suelos aluviales. 

Parte de su atractivo reside, justamente, en que permiten interpretar la luz en tintos y blancos de otra cantera gustativa: especiados, con matices exóticos, frutas precisas, de una frescura notable en algunos casos, quitan el aliento cuando se los bebe. Por eso, no es de extrañar que en otras regiones del mundo, como Sierra de Gredos y Priorato, también ganen fama. 

La razón hay que buscarla en las mismas variedades. En sus búsquedas por conseguir mejores vinos, algunos productores argentinos apuntaron la brújula al Ródano y sus cepas adaptadas a otro clima. Hoy forman un cluster pequeño pero fascinante que trabaja con las cepas mediterráneas en Argentina. Quienes tengan la inquietud de dar con vinos fuera de la caja, que sorprendan y despeinen el paladar, conviene que los tengan en la mira. 

Cepas mediterráneas en Argentina

El recorrido de las cepas mediterráneas en Argentina

Como Argentina es un país en el que la inmigración europea forma el acervo cultural del vino, y dado que muchos de esos inmigrantes llegaron del entorno mediterráneo, la pregunta acerca de por qué no hay más hectáreas de esas uvas en el país es pertinente. 

La respuesta, según explica Eduardo Soler, propietario de Ver Sacrum, está en el espejo retrovisor: “Cuando comenzamos con nuestros vinos en 2010, rastreamos la historia de la Garnacha en el país y descubrimos que hasta mediados del siglo XX había muchas hectáreas en Mendoza, La Rioja, Catamarca y San Juan, que fueron reemplazadas por otras más productivas. A fines de la década pasada, apenas quedaban 23 en todo el país”, dice. 

Soler está en el corazón del movimiento que propone el resurgimiento de estas cepas mediterráneas en Argentina (y más específicamente, en Mendoza). Con él, otros viticultores impulsan nuevos viñedos interesados en interpretar las cepas del Ródano en Argentina. Ahora, bien, ¿dónde están las cepas mediterráneas en Argentina?

Para esto, uno de los terroirs elegidos fue la Indicación Geográfica Los Chacayes, en Valle de Uco. “Observamos cierta similitud entre el clima y los suelos de Los Chacayes con algunas regiones del sur del Ródano, y claramente las cepas también por que los resultados son muy buenos”, explica Cristian Moor, winemaker de Corazón del Sol, bodega mendocina que se ha especializado en estas cepas.

Con la aprobación de los críticos y los mercados, lentamente las pequeñas producciones de los vinos elaborados con cepas mediterráneas en Argentina comenzaron a crecer, y con ellas la apuesta de las bodegas por expandir las hectáreas. 

En 2018 decidimos aprovechar las pocas hileras de Grenache, Syrah y Mourvèdre para experimentar con un GSM y un Grenache-Syrah. La aceptación fue increíble y aprovechamos a extender el viñedo, aunque ya sabemos que no nos van a alcanzar. Cada vez nos piden más GSM”, cuenta entusiasmado Pablo Merino, de la Bodega Solo Contigo, también en Los Chacayes. 

Mientras tanto, algunos viñedos se suman en el Este de Mendoza, zona calurosa de suelos arenosos con un pasado ligado a estas uvas. Allí, Mariana Onofri, winemaker y sommelier, desarrolló en Lavalle un viñedo con Grenache, Carignan y Mouvedre, mientras que Soler recuperó una vieja plantación de Garnacha en la zona de Alto Verde, además de que en su finca La Cayetana, Maipú, desarrolló un vivero para salvaguardar una colección de antiguas cepas de Garnacha con un altísimo valor patrimonial.

A unos 1000 kilómetros al norte, en los Valles Calchaquíes, el misticismo de los vinos del Ródano también da lugar a etiquetas muy interesantes, como es el caso de Alejandro Sejanovich y el tinto de Grenache que elabora para la bodega Estancia Los Cardones en Tolombón, o la cofermentación de Marsanne y Roussanne de El Porvenir de Cafayate elaborada por Francisco Puga.

Al regreso de un viaje por Cornas –una de las apelaciones del Ródano– volvimos convencidos de que teníamos que probar estas uvas en Cafayate. Las condiciones son similares y al tiempo los resultados nos demostraron que no nos equivocábamos. Estas cepas pueden ser una gran oportunidad para la zona”, se ilusiona. 

Incluso en la Quebrada de Humahuaca, a 2500 metros de altura, un nuevo viñedo de Grenache promete vinos que deslumbrarán al mundo.

Qué botellas de cepas mediterráneas en Argentina buscar

Si este artículo se hubiese escrito hace cinco años, posiblemente mencionáramos etiquetas. Sin embargo, hoy son al menos veinte los vinos argentinos que pueden fascinar a cualquier Rhone lover

Ver Sacrum fue la bodega que dio el kick off a este fenómeno que año a año suma adeptos. Bajo estas etiquetas, Eduardo Soler embotella un GSM muy sabroso y expresivo, además de un varietal de Monastrell y su blanco Geisha de Jade, cofermentación de Marsanne y Rousanne.

De Corazón del Sol, con un claro foco en la alta gama, los imperdibles son Luminoso GSM y la versión blanca de este vino ícono, el RMVG (corte de Roussanne, Marsanne, Viognier y Grenache). 

Solo Contigo sorprendió en 2019 con sus nuevas etiquetas, Casa de las Musas GSM y Develado Syrah-Garnacha; por su parte, Onofri Wines se destaca con dos varietales, su Garnacha y un curioso Carignan, este último del este mendocino. 

A los vinos de estos productores se pueden sumar etiquetas de tintos como Proemio Syrah-Garnacha, Estancia Los Cardones Tigerstone Garnacha de los Valles Calchaquíes, Desquiciado Garnacha y el novedoso DV Catena Garnacha Apelación Lunlunta. 

A su vez, el universo blanco del Ródano crece en Argentina de la mano de Matervini Blend Blanco de Santiago Achával elaborado con Marsanne, Roussanne y Viognier, Pequeñas Fermentaciones Marsanne-Roussanne de Porvenir de Cafayate y Zaha Marsanne.

En cuanto a los rosados, otras alternativas a explorar son Padma de Corazón del Sol y Clarete Ménage de Ver Sacrum, que dan cuenta de la versatilidad posible de lograr con estas uvas en Mendoza.

Te invitamos a seguir leyendo más sobre vino argentino: https://blog.winesofargentina.com/es/terroirs-de-argentina/

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