Bodega Lagarde se fundó en 1897 en Luján de Cuyo y se constituyó como uno de los primeros emprendimientos vitivinícolas de Mendoza. En 1969 fue adquirida por la familia Pescarmona y, durante las décadas de 1980 y 1990, hizo foco en la definición del estilo, la calidad del vino y la producción de cepas no tradicionales como el Viognier o el Moscato Bianco, una apuesta audaz en Latinoamérica.
En la actualidad, la bodega es liderada por las hermanas Sofía y Lucila Pescarmona, la tercera generación familiar, acompañadas por el ingeniero agrónomo y enólogo Juan Roby Stordeur a la cabeza de Producción y Enología.
Elaboran alrededor de un millón de litros al año, especializados en vinos de alta gama que se exportan a más de treinta países, de los cuales EE.UU. y Brasil son los mercados más importantes, seguidos por México, Colombia y Perú. La bodega tiene grandes perspectivas de crecimiento en Europa y Asia.
Sustentabilidad de Bodega Lagarde: la importancia de ser Empresa B
En 2019, Bodega Lagarde se convirtió en una de las pocas bodegas latinoamericanas en sumarse a la comunidad mundial de Empresas B. Esta certificación implica “medir el impacto social y ambiental, y comprometerse de forma personal, profesional, institucional y legal a tomar decisiones considerando las consecuencias a largo plazo de cada acción en la comunidad y el medioambiente”.
Así, el triple impacto de la Certificación B hace referencia al desarrollo social, medioambiental y económico. Algunos ejemplos de la política de sustentabilidad de Bodega Lagarde son centrarse en la conciencia hídrica, en la utilización de botellas ecológicas y en la gestión de residuos, iniciativa que implica el compostaje y el reciclado de los orgánicos para fortalecer las plantas del restaurante y del jardín de la bodega.
Francisco Matarazzo, Export Manager de Lagarde, confirma que la búsqueda de altos estándares con estas características de sustentabilidad de Bodega Lagarde y la obtención de certificaciones impactan positivamente en la apertura de nuevos mercados y oportunidades. Tanto es así que los países escandinavos, Canadá y varias aerolíneas vienen solicitando cada vez más el certificado Empresa B.
A su vez, Matarazzo relaciona esta filosofía de trabajo al compromiso de Sofía y Lucila Pescarmona y destaca particularmente a la CEO de la empresa: “Sofía está en el día a día, vive en Mendoza, sus oficinas están en Lagarde. Tiene un compromiso enorme con el entorno, sus empleados y el impacto ambiental. Desde hace varios años comenzaron a certificar como orgánico el viñedo antiguo: la idea es ir logrando certificar todos los cultivos, es un proceso que lleva tiempo”, explica.
Todas sus unidades de negocio comparten los valores de sustentabilidad de Bodega Lagarde, incluso sus dos restaurantes basan su gastronomía en el “Farm to table”, es decir, trabajan con ingredientes de su propia huerta y cocinan respetando las distintas temporadas de cada alimento.
Fogón, el restaurante más antiguo ha sido reconocido por Tripadvisor como el N°1 Fine Fining de Mendoza y está en el top de Latinoamérica. Por otro lado, Zonda, su nuevo espacio, tiene una proyección enorme, en la cual su filosofía también incluye aspectos sociales y educativos con la comunidad local.
En la actualidad, la bodega cuenta con dos exponentes orgánicos a partir de su histórica finca de Mayor Drummond, Luján de Cuyo: Lagarde Organic Malbec y Lagarde Organic Rosé, un innovador corte de Semillón con 10 % de Malbec.
Viñedos centenarios: la importancia de su mantenimiento y recuperación
Matarazzo hace especial hincapié en la importancia capital que constituyen los viñedos de principios de siglo XX: estos forman parte del corazón de Bodega Lagarde, se destacan por su alta densidad y son originarios de Francia.
“Esto implica hablar de patrimonio y herencia. Somos pocas las bodegas que tenemos esta clase de viñedos y que logramos mantenerlos. El de Mayor Drummond data de 1906 y el de la finca de Perdriel -llamada La Jacintana- es de 1930. Ambos son mayoritariamente Malbec, aunque el primero cuenta con algunas parcelas de Semillón”, comenta.
Además, explica que estas plantaciones se han regenerado por sistema mugrón y que, en la actualidad, hay un mayor aprovechamiento del agua como recurso: “el 100 % es riego por goteo, tenemos total conciencia sobre los recursos hídricos y esto es fundamental en la política de sustentabilidad de Bodega Lagarde”.
La bodega además posee viñedos en Gualtallary (Tupungato) y Vista Flores (Tunuyán). De esta manera, otorgan diversidad y riqueza al amplio portfolio de la bodega que combina tendencias actuales y sabiduría tradicional.
Importancia del origen: la DOC de Luján de Cuyo
Lagarde fue una de las primeras bodegas en portar la distinción de Denominación de Origen Controlada. La DOC de Luján de Cuyo fue pionera en América. Este sello de prestigio busca preservar el patrimonio histórico y difundir la gran riqueza de la cepa insignia dentro del país y a nivel internacional.
El hecho de que exista una DOC protege a los productores, ya que jerarquiza la zona en la que están sus cultivos; al patrimonio nacional, preservando y poniendo en valor viñas antiguas, y al consumidor, quien tiene garantizada la calidad e identidad del producto que adquiere.