El torrontés se reinventa y conquista nuevos paladares

torrontés argentino

El torrontés argentino, la cepa blanca emblemática del país, se originó a partir del cruzamiento natural entre moscatel de Alejandría y criolla chica. Hoy existen unas 9500 hectáreas de viñedos y, sin duda, es el varietal blanco más cultivado en nuestro territorio. 

Así, la uva protagonista de los vinos blancos más singulares y representativos de la vitivinicultura nacional ofrece tres diferentes versiones: torrontés riojano, torrontés sanjuanino y torrontés mendocino. 

Gracias a bodegas salteñas como El Esteco, Colomé, Porvenir de los Andes, Etchart, Yacochuya y Domingo Hermanos; junto a otras de La Rioja (Cooperativa Riojana), Catamarca, San Juan y Tucumán, este varietal se hizo famoso en el mundo por su carácter aromático intenso, de perfil floral, cítrico y frutal con paladar fragante y tenso.

Sin embargo, en los últimos años, esta uva ofrece novedades y sabrosas posibilidades para descubrir. 

torrontés argentino

Torrontés argentino: nuevos estilos y múltiples facetas

Lujos salteños. Por años, los blancos de torrontés fueron considerados simples vinos de mesa, pero en la actualidad y gracias al trabajo de profesionales de la enología amantes de su personalidad, el estilo clásico del torrontés ganó mucho prestigio. 

Las razones: la mejora de los viñedos, las vendimias más precisas y las vinificaciones más celosas. Hoy existe una categoría de alta gama del torrontés argentino que se luce por su complejidad. Pero no solo eso, sino también porque a los típicos aromas florales y de frutos frescos suma mineralidad, trazos especiados y cierta salinidad.

Es el caso de Laborum de Parcela Torrontés Finca El Retiro (Porvenir de Cafayate), Domingo Molina Torrontés, San Pedro de Yacochuya Torrontés, Lunta Torrontés de Roberto de la Motta o Escarlata Evolución Torrontés de la winemaker Gabriela Celeste, vinos ideales para cautivar a los paladares más exigentes. 

De clima frío. Es cierto que el torrontés argentino es referente en la geografía del noroeste, pero también cubre una buena superficie de Mendoza: los viñedos de altura, en el Valle de Uco, son los más que llaman la atención. Sucede que en estos terruños más frescos logra una expresión fragante, vibrante y herbal, como es el caso de los vinos elaborados en Gualtallary: Andeluna Edición Limitada Torrontés, Alta Yarí Torrontés y AltoSur Torrontés (de Finca Sophenia). Son ideales para amantes de la tensión en los vinos.

Torrontés Orange. Con los vinos naranjos gozando de un merecido protagonismo a nivel global, vale destacar que el primero que salió al mercado en Argentina fue justamente un torrontés elaborado por Matías Michelini: Vía Revolucionaria Torrontés Brutal, elaborado a partir de uvas de Tupungato “para acompañar mollejas”, según su creador.

La categoría creció y, desde entonces, surgieron otros Orange para destacar como Chakana Maceración Prolongada Torrontés, Berrinche Torrontés Naranjo de Lattarico Vineyards y Blanco de Pieles de Vallisto Extremo.

torrontés argentino

Torrontés natural. Gracias a los mejores trabajos en los viñedos, cada día surgen más etiquetas orgánicas de este vino blanco, como, por ejemplo: Piedra Negra o Puro, de Bodega Ojo de Agua. Al mismo tiempo, varias bodegas lo elaboran con mínima intervención y sin adición de sulfitos como sucede con Petit Voyage, de los franceses Thibault Lepoutre y Quentin Pommier; Les Astronautes, de Fredy Mestre y La Oveja, de Santa Julia.

Oak friendly torrontés. Solía existir una regla enológica que decía que el torrontés no se llevaba con el roble; sin embargo, las cosas parecen haber cambiado y existen exponentes maravillosos muy beneficiados por la crianza o la fermentación en barrica. Claramente estas prácticas aportan complejidad con una textura densa y elegante.

¿De qué vinos hablamos? Susana Balbo Signature Barrel Fermented, Tukma Gran Reserva y Piattelli Torrontés.

Sweet torrontés. Sin duda, un clásico de muchas bodegas argentinas es el late harvest de torrontés, vino que acompaña de maravillas a los postres típicos del norte. Su origen está en la buena concentración de acidez natural de esta uva, aun cuando se deja sobremadurar en los viñedos. 

Clásicos y esenciales de esta categoría que seduce con aromas de frutos blancos maduros, tropicales y miel son Cafayate Gran Linaje Tardío, Amauta Absoluto Dulce y Amalaya Dulce Natural (que cuenta con un 15% de Riesling). Mientras que Solería de Malamado -un interesante torrontés dulce encabezado con 100 g de azúcar residual- se convierte en una exquisita compañía a la hora de la sobremesa.

Al rescate de los old vines. Argentina posee muchas hectáreas de viñedos históricos de torrontés que, por años, dieron vida a vinos jóvenes de mesa. Hoy, esas viñas cobran otro valor en manos de winemakers que rescatan esa historia y producen vinos sofisticados con potencial de envejecimiento. 

El que dio el primer paso en este sentido fue Alejandro Pepa, para El Esteco, bodega de referencia en Cafayate, con su Old Vines Torrontés, elaborado a partir de un parral de 1958. 

Más tarde, Matías Riccitelli recuperó algunos viñedos olvidados para su colección Riccitelli Old Vines Patagonia; mientras que, en San Juan, Francisco Bugallo hizo lo propio en Barreal a partir de los parrales que destina a su Cara Sur Pérgolas Blanco (con base en torrontés y otras cepas criollas blancas).

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Burbujas, Pét Nat, bajo alcohol y más. Entre los estilos curiosos que completan la amplia oferta de torrontés en Argentina, los espumosos son una linda forma de acercarse a la variedad a la hora del aperitivo. Los hay secos como el Santa Florentina Brut, de La Rioja, y dulces como Deseado Torrontés, de la bodega patagónica Familia Schroeder, ambos fragantes y refrescantes.

La Fuerza, proyecto de vermut impulsado por Sebastián Zuccardi y el bartender Julián Díaz, ofrece entre sus etiquetas una opción a base de torrontés que macera con más de treinta hierbas y botánicos diferentes de las montañas mendocinas y que ya ganó muchos reconocimientos internacionales.

Los Pét Nat también tienen su expresión versión torrontés: uno de los mejor logrados es Tamboreo Pét Nat Torrontés de Bodega Cartagro, en Mendoza.

Por último, una categoría que comienza a crecer en el país y que tiene al torrontés entre sus propuestas, es la de los vinos de baja graduación alcohólica, como el Santa Julia Tomates Verdes con apenas 9,5% de alcohol, y Envero, la línea de bebidas obtenidas de uvas, pero sin alcohol que lanzó en 2021 Susana Balbo Wines.

Así las cosas, el torrontés argentino ofrece numerosas etiquetas para descubrirlo y enamorarse de su carácter particular. 

Te invitamos a seguir leyendo sobre el vino argentino: https://blog.winesofargentina.com/es/destacadas/chardonnay-argentina-2022/

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