La novedad sorprendió a la industria vitivinícola argentina y, sin dudas, tuvo -y tendrá- sus efectos en otros puntos del globo, por ser la primera vez que un país logra un trabajo de semejante magnitud sobre sus regiones vitivinícolas. Un estudio, iniciativa de Coviar, la Corporación Vitivinícola Argentina, releva información clave como las características físico-ambientales, expresadas a partir de la geología, el suelo, el clima y el paisaje de las regiones vitivinícolas de Mendoza, San Juan, Salta y Tucumán.
Caracterizando las regiones vitivinícolas
El estudio, que empezó en 2020 y busca cubrir todo el país, está a cargo del geofísico Guillermo Corona, que trabaja codo a codo con especialistas de organismos técnicos como el INTA, la Universidad Nacional de Cuyo y el CONICET. Todo ese conocimiento, hasta ahora disperso, se convierte a partir de esta iniciativa en un valioso caudal de conocimiento disponible de manera libre, gratuita y que, además, se puede consultar online desde los sitios del Observatorio Vitivinícola Argentino y del Plan Estratégico Vitivinícola.
¿Cuál es la importancia de este estudio para los productores o para cualquiera que esté interesado en el tema? La caracterización, por primera vez en la historia, de estas regiones vitivinícolas de Argentina de una manera integral, comprendiendo a fondo los diferentes terroirs y ofreciendo datos certeros sobre más de 200.000 hectáreas de viñedos.
Esta información, por ejemplo, le permitirá a los productores decidir qué variedades cultivar y cómo manejar esas vides en función de las diferentes regiones vitivinícolas. Pero no sólo se trata de un conjunto abrumador de números y datos abstractos: el estudio contempla los paisajes y la conexión emocional con la tierra, e incorpora imágenes fotográficas, exploraciones y registros vivenciales.
Es decir: reúne naturaleza y cultura, ofreciendo un enfoque completo que no había sido abordado hasta ahora. Y es que la puesta en valor de los paisajes vitivinícolas resulta uno de los factores clave a la hora de hablar de las regiones y sus identidades.
Para Cecilia Eynard, una de las profesionales que presentaron el trabajo, “Este estudio aporta una dimensión donde naturaleza y cultura son indisolubles. A través de una lectura que recoge y sintetiza la complejidad de los paisajes vitivinícolas, se develan singularidades y esencias de los lugares con su gente, valores para sustentar trabajos basados en conceptos atentos a priorizar lineamientos de gestión, para enfocar el futuro de estos paisajes”.
En todo el país
Aún más auspicioso, explicaron los responsables del estudio -financiado por el BID y presentado en el marco del Seminario sobre la Caracterización de Regiones Vitivinícolas que tuvo lugar en el Templo del Vino en San Martín, Mendoza, a principios de septiembre último-, es que el objetivo a mediano plazo busca replicarlo en todo el país. Será la próxima etapa de este proyecto, con ayuda del Consejo Federal de Inversiones (CFI), y ubicará a la Argentina como un líder mundial en materia de investigación vinícola.
Durante el Seminario, se compartieron consejos sobre las distintas maneras de aprovechar los más de 1,500 conjuntos de datos sobre suelos, clima y paisajes de esas regiones. Corona anticipó que esta base de datos “se irá enriqueciendo desde un repositorio digital que hoy ya cuenta con información de 15 valles vitícolas. Es una escala inédita para un estudio de estas características”.
Para José Zuccardi, bodeguero y vicepresidente de Coviar, resulta fundamental agradecer a todos los profesionales que hicieron posible este novedoso trabajo de caracterización. “El vino es identidad, lugar y experiencia. Estos estudios nos dan herramientas para profundizar una construcción de largo plazo, que se irá enriqueciendo con el aporte de todos y para el uso de todos desde un sitio abierto y común para comunicar mejor el vino”.
