Tierra de vinos, cultivos de excelencia y paisajes increíbles, Mendoza suma nuevos galardones: el Aceite de Oliva Virgen Extra que produce logró la primera IG para un AOVE en el país y en América Latina.
La IG AOVE de Mendoza es un reconocimiento importante, ya que es la primera que se otorga a un AOVE en el Continente y por fuera de las que existen en la Unión Europea y en Túnez, que también la tiene.
“Tener la IG AOVE de Mendoza es una excelente noticia para Argentina ya que se trata de un reconocimiento a nivel mundial que nos va a ayudar a continuar consolidándonos como una región productora de aceites de oliva de altísima calidad”, afirma Gabriel Guardia, enólogo especializado en aceite de oliva y gerente general de Olivícola Laur (elegida en 2021 en el puesto N°1 del EVOO World Ranking, que elige anualmente a las 100 mejores olivícolas del mundo).
IG AOVE de Mendoza, prestigio en el mundo
Susana Mattar es una eminencia dentro del universo del aceite de oliva. Su currículum es extenso, pero basta decir que es la Jefa del Panel de Cata de Aceite Oliva Virgen de la UCCuyo con Homologación COI desde 2005 y miembro del Grupo de Experto/as representantes de Argentina ante el COI en Evaluación Sensorial de Aceites de Oliva Virgen y en Normas de Aceitunas de Mesa y organizadora y jurado de ArgOliva, uno de los concursos más importantes del sector.
Con ella conversamos para comprender los alcances de tener la IG AOVE de Mendoza:
“Nuestros AOVE son muy apreciados en el mundo, lo vemos en las distintas ferias en las que vamos acompañando a los productores. Hoy son muchas las marcas nacionales en distintos países y que logran importantes reconocimientos. Eso demuestra el enorme potencial de los AOVE argentinos de distintas regiones del país”.
Una Indicación Geográfica tiene determinados parámetros para respetar, por eso es un sello de diferenciación y de calidad que los productores deben cumplir y que los entes regulatorios deben controlar permanentemente para poder utilizarlo, dice Susana.
“Argentina se destaca por la alta tecnología de punta, la cosecha mecánica que ofrece la posibilidad de llegar rápidamente con la materia prima a la elaboración; por las condiciones edafoclimáticas (clima y suelo) y los cultivos intensivos, todo eso hace que seamos un gran productor de AOVE. Cada región, según los varietales que mejor se desarrollen, presenta características únicas”.
Gabriel Guarda, aporta: “El renombre de la Argentina ha ido creciendo gracias a la cantidad de premios que hemos ido ganando y a la participación muy importante en los mercados europeos y Estados Unidos, porque se vende mucho aceite a granel, sumado a los que hacemos marca y que dejamos muy bien posicionado el aceite en la góndola”.
Arauco, la Malbec de los aceites argentinos
Así como el Malbec es reconocido en el mundo como la cepa insignia de nuestro país, en el mundo del AOVE hay una única variedad autóctona: se trata de Arauco, una aceituna que proviene de la primera variedad que implantaron los sacerdotes jesuitas tras la conquista de América.
La Arauco tomó características propias y únicas en nuestro país: es una variedad doble propósito por sus excelentes características. Los frutos, de gran tamaño y forma ovoide alargada que terminan en punta, tienen una alta relación pulpa-hueso y excelente sabor, textura, color y aroma.
Los aceites varietales de Arauco se caracterizan por ser potentes en amargos y picantes, muy afrutados con aromas vegetales y muy intensos. Puede usarse como monovarietal o como blend para aportar aromas frescos e intensos. Son muchos los premios que recibe Argentina a nivel internacional con los aceites monovarietales de Arauco por su característica de Frutado Medio, con buena intensidad de amargos y picantes.
“En mercados exigentes y con una cultura de consumo de aceites de oliva, como españoles e italianos, es donde más se valoran nuestras calidades de aceites de oliva sobre todo de la variedad Arauco, con la que sorprendemos a todos los jurados de los concursos”, dice Gabriel Guarda de Laur.
Un poco de historia
Comenta Susana Mattar que ya en 2009 comenzó el debate entre los protagonistas del AOVE en San Juan (la provincia que mayor volumen produce, con un 32% del total país) para trabajar sobre una IG o un DOC: “recién comenzaba la expansión olivícola, todavía se estaban caracterizando los distintos tipos de AOVE con los que contábamos y se estaban terminando de definir las distintas regiones. En aquel momento hablábamos de la conveniencia de lanzar el sello AOVE de Argentina. Pasó el tiempo, todos seguimos profundizando el conocimiento”.
Y agrega: “Hoy llega el momento de la IG AOVE de Mendoza, lo es muy importante. Creo que esto continuará con otras regiones, como San Juan o los productores del Sur, que comprenden la importancia de obtener este valor agregado”.
¿Qué características debe tener el aceite de Mendoza para poder utilizar la IG?
Mendoza siempre tuvo cultura del olivo, principalmente basada en el cultivo de Arauco, pero también por Frantoio, Farga, Le chino, Nevadillo y otras variedades de aceitunas tradicionales de la cultura española e italiana.
“A eso se suman otros factores importantes, como el clima, la gradiente térmica existente entre el día y la noche hacen que tengamos una formación de aceite dentro de la aceituna con características completamente diferentes a otras zonas con climas más cálidos o más húmedos. Eso nos permite elaborar aceites con alta carga de polifenoles (antioxidantes muy beneficiosos para la salud). Son aceites muy frutados, amargos y picantes, atributos positivos en el aceite de oliva”, comenta Guarda.
Para poder utilizar la IG AOVE de Mendoza, deben cumplir con estas pautas:
- Alto contenido de ácido oleico otorgado por la latitud de cultivo y el clima mediterráneo.
- Presencia de la variedad típica de la zona, Arauco, con un mínimo de 20% y un máximo de 50%, pudiendo aparecer como variedades complementarias la Frantoio, Arbequina, Farga, Coratina, Picual y Corneiki, todas ellas presentes en la zona delimitada.
- Perfil sensorial: frutado intenso, con otros atributos positivos como el amargo y picante de intensidad media-alta y 0 defectos. Con cuerpo, pesados y gruesos a la boca. En nariz se destaca por un frutado ligero, ausencia de defectos.
- Contenido oleico mayor a 60% y acidez menor a 0,6%
- Polifenoles totales: mayor a 100 ppm
- Peróxidos: menor a 12%
El pedido formal de Indicación Geográfica (IG) lo realizó la Asociación Olivícola Mendocina (Asolmen), luego de un trabajo conjunto con el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía, la fundación IDR, encargada de la trazabilidad y otorgamiento de sello, el INTA, el INTI y el panel de cata de la UNCuyo, especialistas en análisis sensoriales.
Mediante Resolución 31/2022 publicada el 7 de junio de 2022, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca determinó que la provincia cumple todos los requisitos técnicos y legales y las condiciones indicadas para la obtención del reconocimiento de la IG “Aceite de Oliva Virgen Extra de Mendoza”. Con ese visto bueno, se constituyó la IG y se aprobaron los logos para la comercialización de los productos elaborados en la provincia.