Todas son cocineras de Argentina y cada una -a su manera- se destaca por poner en valor la riqueza de su terruño. Su herramienta de expresión, la pasión por la gastronomía.
Sin dudas hacen mucho más que cocinar rico: sus propuestas tejen una trama más grande que rescata saberes y sabores originarios; crean una red que hace visible el trabajo y los frutos de los productores locales, la cultura de cada región y la abundancia de alimentos con identidad que ellas utilizan con respeto.
De Norte a Sur, el recorrido por sus historias es también un viaje por paisajes, recetas y platos de todo el país.
Cocineras de Argentina
Florencia Rodríguez, Jujuy
Jujeña por elección, Florencia estudió Ciencias Políticas, aunque siempre tuvo vocación por la gastronomía. Trabajó en restaurantes de Buenos Aires y de Europa antes de radicarse en Tilcara, Jujuy. Allí quedó fascinada por la cultura, la historia, los ritos y las costumbres de la provincia.
El Nuevo Progreso, su restaurante, funciona en una esquina del casco histórico de la ciudad y su cocina se distingue por la búsqueda de producto regional andino y por la utilización de técnicas milenarias, como el charqueado con sal, el fermentado, el guateado, la nixtamalización, el majado, la cocción con piedras, entre muchas otras.
Su proyecto fue ganador en 2021 del prestigioso premio Prix de Cuisine Baron B y hoy es sin duda una de las cocineras de Argentina con mayor prestigio.
Gloria del Valle Aguirre, Salta
Ella es la campeona de la empanada en Chicoana, una localidad a 47 km al sur de la capital salteña. Aprendió a cocinar junto a su madre (también campeona de la empanada) y desde pequeña salió a vender empanadas para ayudar con el sustento de su familia.
Su mano, un ingrediente más de la receta, es ahora festejado por todo el país: tiene un local en su ciudad natal que es una visita obligada para quien viaje por la zona. También fue premiada por sus tamales y es reconocida sus recetas de comidas típicas de humita, locro y mondongo picante.
Cofundadora de la Red de Cocineros del Iberá -un colectivo que agrupa a las y los profesionales -cocineros, cocineras, productores y productoras- de su región con el objetivo de difundir la singularidad de su gastronomía y su cultura.
Gisela Medina, Iberá, Corrientes
Gisela se iba a dedicar a otra cosa, pero cuando escuchó que abría la primera escuela de cocina en su lugar no dudó en inscribirse. Esos estudios le sirvieron no sólo para formarse, sino también para hacerse preguntas: ¿por qué estudio técnicas de cocina europeas y no las de mi pueblo?
Mientras trabajaba en distintos restaurantes, iba profundizando su conocimiento sobre las prácticas y las recetas de la cocina correntina. Hoy es cocinera, docente y una gran divulgadora de esta gastronomía. Suele participar de distintas ferias en todo el país.
Alina Ruiz, Chaco
Alina es hija de criollos e inmigrantes dedicados a la actividad agropecuaria y nacida en Juan José Castelli, Chaco. Tiene una importante formación profesional, es cocinera y sommelier y ha trabajado en prestigiosos restaurantes de distintas ciudades. Pero siempre quiso volver a su tierra natal y allí, en la finca familiar, abrió su restaurante Anna.
Su foco está en rescatar las recetas y productos del monte chaqueño, recuperando modos de cocción, consumos y tradiciones que se van perdiendo. Ella cultiva sus propios productos en su finca, donde además ofrece servicios de turismo rural.
Paula Chiaradia, Chubut
Oriunda de Bahía Blanca, estudió biología, pero rápido asumió que la cocina le interesaba más. Para formalizar su educación viajó por el mundo y de regreso, trabajó en distintos restaurantes de norte a sur del país, hasta que decidió que Trevelin sería su lugar para abrir Fonda Sur.
Su mesa es un festival de sabores autóctonos: ahumados, quesos de cabra, trucha, cordero, hierbas genuinas, hongos silvestres y frutas de la zona. Su misión es difundir los sabores y recetas de Chubut.
Eugenia Krause, Mar del Plata
Eugenia es otra de las mujeres cocineras de Argentina: estudió hotelería y gastronomía, trabajó en distintos restaurantes y también es docente enfocada en la investigación del origen de la cocina en la Argentina y Latinoamérica.
En 2010 inauguró el espacio de experimentación La Cocina de Eugenia con su propia huerta y elementos para recrear los métodos más antiguos de cocina; allí dicta su Taller de Fuegos junto a otros colegas.
Hoy, además, es dueña de Asian Ghetto Cantina, donde utiliza los pescados más frescos que se consiguen en su ciudad.
Krause resalta la importancia de los alimentos de mar y sierra, destacando también las producciones del cordón frutihortícola marplatense y la pesca local.
Diana Méndez, Ushuaia
Diana Méndez es correntina y llegó a Tierra del Fuego a dedo cuando tenía 23 años. Quería conocer la nieve y aquí se quedó a vivir: conoció a su marido, tuvo familia. En el camino, se convirtió en pescadora artesanal, en capitana de barco, y se dedicó a la cocina.
En los últimos años, decidió vivir sola en una cabaña que ella misma construyó en medio del bosque virgen de Puerto Almanza, donde de octubre a mayo recibe a visitantes que vienen a probar su cocina a base de todo lo que recolecta en su entorno.
La experiencia se llama Alma Yagan y se puede adquirir a través de la agencia Tierra Turismo.
