El pasado 21 de septiembre, Mendoza fue sede de Sustenta-Vitis, el primer foro para repensar el Vino Argentino desde una mirada sostenible, organizado por Wines Of Argentina. Participaron 230 personas de la industria y fue el marco ideal para conocer la opinión de los expertos internacionales sobre cómo se está trabajando la sustentabilidad en el país.
Foro Sustenta-Vitis 2023
En Sustenta-Vitis se trataron temáticas como la situación de la sostenibilidad a nivel global; el propósito empresarial como diferencial de mercado y el nuevo papel de las empresas; las finanzas sostenibles y los conceptos clave para el sector: agro-ecología, métodos de fertilización óptimos en viticultura orgánica y control de enfermedades, entre otras.
Cada instancia del foro Sustenta-Vitis fue liderada por referentes nacionales e internacionales como Jean-Philippe Roby; Tom Owtram; Pedro Tarak y Cecilia Acuña.
Las preocupaciones en el mundo
Tom Owtram es co-fundador y General Manager de Sustainable Wine Roundtable (SWR). El foro Sustenta-Vitis fue la excusa para ver el trabajo de sus socios y visitar establecimientos de Mendoza, Patagonia y Salta. Para Owtram, sin dudas, uno de los temas centrales de la sustentabilidad argentina pasa por el agua.
“Eso está resultando un gran desafío con el cambio climático, ejerciendo presión sobre la industria vitivinícola y otros sectores agrícolas. Pero hay maneras de poder abordarlo como un problema, y ha sido fantástico ver a muchos de los principales productores tomar medidas”, sostuvo.
Sobre el panorama global, que también afecta localmente, una de las claves es el peso de las botellas y la reducción de la huella de carbono. “Desde SWR queremos abordarlo, estableciendo un acuerdo sobre el peso para pasar a 420 gramos a fines de 2026”. Sumó, además, la búsqueda de un marco de referencia global para la sostenibilidad, y una mayor alineación entre los estándares existentes.
La mirada puesta en el viñedo
Jean Philippe Roby, director de publicación de IVES (Internacional Viticulture and Enology Society), explicó que en Argentina “no hay que replicar o repetir lo que se ha hecho en otros lugares. Hay que tener en cuenta el medio ambiente, conocer la naturaleza; Mendoza no es lo mismo que Burdeos o Borgoña, y considerar las características del terruño, con un clima seco, suelos que no son fértiles y con falta de agua.
Aquí (por Mendoza) es un paraíso para el tema de las enfermedades, porque es fácil de controlarlas con este clima. El factor número uno en Mendoza es el agua. Hay que imaginar un sistema de producción disminuyendo el riego, e implementar todo lo que sea posible para mantener el agua natural en los suelos, porque el agua no se puede duplicar”, planteó.
“Hay que disminuir el consumo y tenemos muchos medios para hacerlo: disminuir el follaje (densidad, altura de follaje, portainjertos que resisten a la sequía, cubierta herbácea de invierno y primavera). Los embalses (depósitos de agua al aire libre para riego por goteo) no pueden usarse, porque sacamos de un pozo el agua de la tierra, la ponemos ahí y se convierte en un vaso de evaporación, cuando debería mantenerse en el suelo”, argumentó.
El experto ya ha estado varias veces en el país y, particularmente sobre Mendoza, su impresión del viñedo es: “Un oasis verde en medio del desierto, resultado del trabajo de hombres y mujeres desde hace muchos años. Creo que el camino de la agroecología es el camino de los viticultores de Argentina”, observó.
Por último, hizo foco en la colaboración de los productores para tener éxito en las acciones de sustentabilidad, y en la necesidad de consensuar un trabajo global.
Sostenibilidad económica
Cecilia Acuña, coordinadora del Protocolo de Finanzas Sostenibles de Argentina, es argentina pero su experiencia en el Banco Interamericano de Desarrollo y en finanzas le permite tener una visión global de la industria. En el marco de Sustenta-Vitis, señaló que conceptos como sostenibilidad económica y rentabilidad van juntos.
“Creo que todas las empresas han cambiado o han evolucionado hacia incorporar prácticas ambientales y sociales a la estrategia financiera. La sostenibilidad está en toda la compañía. Tienen que ser rentables, pero además tienen que cuidar el medio ambiente y ser socialmente responsables”, comentó. La sostenibilidad, que para Acuña es un negocio en sí mismo, tiene que estar desde el cultivo hasta la góndola.
En cuanto al financiamiento, mencionó tres grandes líneas: “Pueden ser las líneas de los bancos, del sistema financiero; el mercado de capitales y las líneas que se canalizan a través de gobiernos o de organismos multilaterales de crédito o de ONGs que tienen financiamiento destinado a este tipo de proyectos”, cerró.