Conocé los viñedos más extremos de Argentina

viñedos más extremos de Argentina

En un país tan grande como la Argentina, no es extraño que algunos viñedos rompan récords. Está el más alto, el más costero y el más austral. Pero también hay otros lugares curiosos donde se alcanzan las marcas máximas. En este listado, algunos de los viñedos más extremos de Argentina.

Viñedos más extremos de Argentina

Al norte del Trópico. Claudio Zucchino plantó Viña de Uquía de forma tal que conjugara tres proezas difíciles de igualar: es al mismo tiempo el viñedo más al norte del país, pasando apenas el trópico de Capricornio, pero también el más alto (3229 msnm), con la rareza extra de tener una antigua mina como cava. Este es uno de los viñedos extremos de la Argentina que queda en la Quebrada de Humahuaca, Jujuy, en la localidad de Uquía. Si para exótico faltaba algo más, el viñedo se trabaja de manera orgánica y elabora los vinos de forma casi artesanal. 

El más alto de Mendoza. Hay una viña en Mendoza que está más allá del resto de la provincia, plantada a 2000 metros sobre el nivel del mar y enclavada en la pequeña quebrada del Minero, llamada Estancia Uspallata. Se ubica en torno al valle homónimo, dentro del departamento de Luján de Cuyo. Por 500 metros no es el más occidental (respecto de uno que está en el extremo de la IG San Pablo, llamado Un lugar en los Andes). Cultivan Chardonnay, Pinot Noir y Malbec.

Más austral. Hasta ahora, el viñedo más austral y productivo de Argentina –y del mundo, hasta donde tenemos noticias– queda en Sarmiento, corazón de Chubut. Tan al sur como una latitud de 45° 33’, producen Pinot Noir, Chardonnay y Gewürztraminer, principalmente, aunque hay Pinot Gris y un poco de Malbec. Pertenece a la bodega Otronia, que toma su nombre del modo en que los pueblos originarios de la Patagonia llamaban al actual Lago Munster: Otrón.

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El extremo oriental. La provincia de Buenos Aires hace una enorme península curva sobre el océano Atlántico. Ahí, casi en el extremo, el paraje costero de Chapadmalal aloja a ocho kilómetros del mar el viñedo de Trapiche Costa & Pampa: por lejos el más oriental de los viñedos de Argentina. Gracias al viento atlántico, consiguen elaborar Chardonnay y Pinot Noir, tanto para vinos tranquilos como para espumosos.

El más occidental. Al mismo tiempo que Argentina es un país largo, ofrece una cintura ancha que permite, por ejemplo, que en Patagonia, justo sobre el valle del Río Futaleufú, que desemboca en el Pacífico, quede el viñedo más occidental del país. Casa Yagüe está ubicada en la longitud 71° 37’ en la zona húmeda de la cordillera, entre bosques nativos y cultivos de trigo. Embotellan fundamentalmente Chardonnay, pero no sólo eso.

El más costero. Por curioso que parezca, en la Patagonia hay un viñedo plantado a orillas del mar. Pero no es una metáfora: entre el agua y las vides median unos 30 metros. Son viñas plantadas en 2019 en un paraje llamado Bahía Bustamante, sobre la costa de Chubut. La primera vendimia, testimonial en volumen, fue la 2021 y aún no tiene vinos comerciales. Los elabora el enólogo Matías Michelini.

Extremos curiosos

Así como la geografía determina lugares extremos para el cultivo de la vid, los hombres también encuentran vertientes particulares para dar rienda suelta a la imaginación vínica. Estos son tres proyectos curiosos de los viñedos más extremos de Argentina.

Suelos extraños. En la provincia de Córdoba hay un viñedo muy curioso porque es la viva expresión de un terroir creado por el hombre. Se trata del viñedo de Alma Minera, perteneciente a Fluorita Córdoba, que decidió iniciar un proyecto de sustentabilidad y, sobre las escombreras de una mina, plantar un viñedo de 6 hectáreas en 2014, a 1300 metros sobre el mar. La primera vendimia fue la 2018. El dato es que, como se trata de una zona donde llueven unos 1000 milímetros anuales, la escombrera permite el drenado perfecto del agua. Producen 3000 botellas al año.

El más singular. En Primera Zona, la región mendocina conformada por Luján de Cuyo y Maipú, los viñedos se encuentran entre los 650 y 1000 metros de altura en un paisaje, a simple vista, llano. Aquí, durante el año las superficies de plantación se nivelaron para facilitar por un lado las labores, pero principalmente para conducir el agua para riego por medio de acequias y canales.

Justamente por esto Viñas Heroicas de Amansado Wines sorprende con sus vides cultivadas en las laderas de parte de las Cuchillas de Lunlunta, dando lugar a terrazas como las de Ródano, Francia, o Ribeira Sacra, pero con la cordillera de fondo. Semejante paisaje lo hace merecer el título de uno de los viñedos más extremos de Argentina.

Los más viejos. Es difícil saber cuál es la viña productiva más antigua de la Argentina. Hay, sin embargo, algunas pistas que llevan a pensar en dos líneas. Una, en Molinos, Salta, Colomé ofrece viñedos cuyo catastro indica que ya eran viñas viejas a mediados del siglo XX. Los troncos parecerían darle la razón, mientras que la bodega original fue establecida en 1831. Por otro lado, en Mendoza, la bodega González Videla está activa desde 1856 en Panquehua, con unos viñedos originales en torno.

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