“El vino en el 2030” fue la temática que trajo a Argentina a Lulie Halstead, experta mundial en tendencias de esta bebida, que se presentó los pasados miércoles 12 y viernes 14 en Mendoza y Buenos Aires, respectivamente. El workshop con Lulie Halstead, organizado Wines of Argentina, Vinventions y UPM Raflatac, y con el auspicio de FedEx, la Nave Cultural (Ciudad de Mendoza) y OWN Hotels (SLS Puerto Madero), a través de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), se convirtió en una herramienta para repensar las estrategias para tener éxito en esta competitiva industria.
En la previa, Lulie Halstead charló con Wines of Argentina acerca de las tendencias mundiales que se ven para la próxima década, cómo se puede acercar el vino a las nuevas generaciones y las bebidas sin alcohol, entre otras temáticas.
Orientado a representantes de toda la cadena de valor de la industria del vino, el encuentro se replicó en Mendoza y en Buenos Aires los días 12 y 14 de junio respectivamente, con 3 horas de duración cada uno. Contó con el auspicio de FedEx, la Nave Cultural (Ciudad de Mendoza) y OWN Hotels (SLS Puerto Madero), a través de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT).
Entrevista a Lulie Halstead
¿Cuáles son las tendencias más importantes que vienen en los próximos cinco años?
La tendencia principal que veremos continuar en los próximos cinco años es la moderación continua del consumo de alcohol. Esto proviene de varias direcciones, en general y en promedio. Los consumidores de alcohol beben alcohol con menos frecuencia, es decir, en menos ocasiones, y cuando lo hacen, beben menos. Esto está dando lugar a una premiumización general de las bebidas alcohólicas. Lo vemos en las bebidas espirituosas, en la cerveza y en el vino. Es en gran medida la tendencia actual de “menos pero mejor”.
La segunda tendencia que continuará es la de la refrescancia. Esto es más típico en bebidas que se sirven frías, a menudo carbonatadas. En lo que respecta al vino, estamos viendo que la única área de crecimiento a nivel mundial se da en el vino rosado premium, que encaja con la tendencia de “menos pero mejor” y también la tendencia hacia la frescura.
Se prevé proporcionalmente un mayor consumo tanto de vino blanco como espumoso, y en el caso de los tintos, una tendencia hacia aquellos con niveles de alcohol más bajos, naturalmente más bajos o con cierta reducción de alcohol. Eso significa que, en el futuro, los vinos tintos para muchos consumidores serán aquellos entre 12% y 13% de alcohol, por ejemplo, en lugar de 14% o 15%.
La tercera tendencia girará en torno al envejecimiento, en promedio, de nuestras poblaciones de bebedores de vino en todo el mundo. A medida de que nuestras poblaciones, particularmente en los mercados maduros y establecidos, están envejeciendo demográficamente, también vemos que el envejecimiento se manifiesta en nuestras poblaciones de bebedores de vino. Por lo tanto, apuntar, comunicar, posicionar y pensar en torno a las necesidades de las personas, los consumidores, de entre 50, 60 y 70 años será cada vez más importante.
La cuarta tendencia importante que veremos estará relacionada en gran medida con la mezcla. Con esto me refiero a mezclas entre categorías, fusionando mezclas entre mixers, soft-drinks (refrescos), RTD, bebidas espirituosas y vino como parte de un trago en lugar de tomarlos solo.
¿Cuál es la mayor competencia que tiene hoy la industria vitivinícola?
Uno de los principales competidores es la cerveza con bajo contenido de alcohol y, en particular, sin alcohol, así como los RTD y cada vez más RTD premium y a base de bebidas espirituosas.
El vino también enfrentará una fuerte competencia de tragos combinados, cócteles y, en menor medida, pero aún importante en algunos mercados, el resurgimiento de las bebidas espirituosas locales, particularmente en bebidas de mezcla, cócteles o RTD. Así, por ejemplo, vemos en Corea del Sur una frecuencia cada vez mayor de consumo de soju como base para cócteles mixtos, pero también en RTD.
¿Cómo debe hacer la industria vitivinícola para acercar a la generación Z y las nuevas generaciones que vienen?
Número uno, centrarse en el componente de sociabilidad del vino y que el vino no se centre exclusivamente en ocasiones gastronómicas. Sabemos y vemos a partir de los hábitos de socialización de los consumidores más jóvenes, de la Generación Z, que su consumo principal de alcohol se realiza en ocasiones sociales que pueden incluir o no comida y, si incluyen comida, normalmente serán ocasiones gastronómicas menos formales.
Actualmente, la Generación Z percibe el vino como opción únicamente para ocasiones gastronómicas.
En segundo lugar, la accesibilidad del vino, con frecuencia escuchamos a los consumidores de la Generación Z que el vino sigue siendo intimidante, es decir, es necesario ser un experto o tener conocimientos para moverse en la categoría de vinos. Romper esas barreras es cada vez más importante como forma de captar a la Generación Z.
En tercer lugar, tener marcas de vino que tengan rasgos distintivos claros, marcas que puedan reconocerse por el nombre, por el logotipo, de manera muy clara para que los consumidores de la Generación Z puedan encontrar, localizar y comprar nuestros vinos fácilmente en el punto de compra.
Y luego, finalmente para la Gen Z, centrarse en nuestros portafolios de vino blanco, rosado y espumoso, y desde una perspectiva de tintos, centrarse principalmente en los tintos premium y lo que estos vinos pueden ofrecer a los consumidores, lo que los hace distintivos, diferenciados y especiales.
¿Qué importancia tendrá el vino sin alcohol en los próximos años?
Los sectores sin alcohol y con bajo contenido de alcohol están muy dominados por la cerveza hoy en día y seguirán estando dominados principalmente por la cerveza cero alcohol. Sabemos que los consumidores en general están moderando su comportamiento, se ha producido un cambio significativo en este aspecto, pero también sabemos que, normalmente, alrededor de un máximo en cada mercado del 35% de los bebedores de alcohol consumen opciones con bajo contenido de alcohol o sin alcohol.
Eso significa que el mercado de alternativas con bajo o cero alcohol fuera de la cerveza es relativamente pequeño. También sabemos por la investigación del IWSR que los abstemios generalmente no beben alternativas con bajo o cero alcohol.
Además, vemos que cada vez más minoristas exigirán opciones con bajo o sin alcohol como parte de sus indicadores de performance y de su responsabilidad social corporativa como minoristas. Por lo tanto, habrá una demanda significativa de alternativas con bajo o cero alcohol por parte del mercado.
¿Qué importancia tendrán los envases más sustentables? ¿Qué otros cambios podríamos ver en la industria vitivinícola como consecuencia del cambio climático?
Hoy los envases alternativos y sostenibles son principalmente una demanda o requisito del mercado, más que de los consumidores. La mayoría de los consumidores creen hoy, y lo han hecho durante muchos años, que en realidad el vidrio es una forma de embalaje sostenible, dado que en la mayoría de los países y lugares es reciclable. Por lo tanto, se necesita un gran esfuerzo de comunicación educativa para que la mayoría de los consumidores empiece a exigir vidrio de menor peso u otros tipos de envases alternativos.