Lost in translation: 8 etiquetas de vino argentino para entender el lunfardo

etiquetas de vino argentino

¿Pueden las etiquetas de vino argentino acercarnos a nuestra lengua paralela? Cada país tiene la suya. Si en inglés se habla de slang para esas palabras de uso tan cotidiano como el aire que respiramos, en Argentina tenemos el lunfardo: mezcla rara de castellano con un cocoliche nacido del italiano, el francés y todas las lenguas que se hablan en un puerto y que le dan vida y nervio al día a día de la gente.

Nacidas como eslabones de un lenguaje del hampa portuario, algunas de esas palabras ganaron su lugar en el corazón popular y se usan como moneda de cambio para decir cosas importantes: un argentino “labura” cuando trabaja, hace un “yeite” cuando organiza un negocio y se ganó los “morlacos”, sinónimo lunfardo de dinero. 

Algunas de esas deliciosas palabras llegaron a ser etiquetas de vino argentino. Y en esta nota te mostramos varias que podés encontrar en la góndola.

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Etiquetas de vino argentino para entender el lunfardo

Chamuyo Malbec 2019

Pocas palabras describen tan bien la idiosincrasia de los argentinos, buenos habladores y conquistadores a través de la palabra: cuando una persona “chamuya”, conversa y seduce al mismo tiempo, mientras que un “chamuyo” puede ser tanto un cuento falso, una mentira como un relato (“camelo”) bien hecho. Dice el diccionario: chamuyar es la “acción de hablar en forma sugestiva para seducir a la otra parte”. En Mendoza Vineyard recogen esta última acepción que, deliciosamente, coincide con el espíritu del Malbec.

Yunta Malbec 2018

De origen antiguo, iunctus en latín, “yunta” se usa en español para los bueyes que tiran a la par de un carro. En el lunfardo esa misma palabra se emplea para cualquier dupla arrabalera y hasta un poco pícara y maliciosa. En este vino caben todas las acepciones, ya que refiere al trabajo colaborativo de dos enólogos, Juan Pablo Michelini y Luis Miano, empleando uvas de Gualtallary y Perdriel, para dar vida a una buena yunta.

Qué Guapo Malbec 2017

Con estética de la calle Caminito en La Boca, con casas de chapa pintada de colores vivos, esta etiqueta tiene un aire de arrabal que le da el tono lunfardo al nombre. Mientras que guapo en español es sinónimo de lindo y alineado, en el habla porteña es quien tiene templanza y aguante, que es lanzado y fiero en la pelea. Sutilezas de la lengua que dan vuelta el sentido estético para quedarse solo con la parte admirativa de los dos sentidos, a este Malbec con pizcas de Bonarda y Syrah, sin embargo, le cabe más el primero que el segundo uso.

Maula Malbec 2018

A punto de cumplir 100 años desde su irrupción en el tango “Mano a mano”, de Celedonio Flores, la expresión “maula” describe la acción un poco artera, reprochable y engañosa de la mujer que gasta el dinero de quien la mantiene, en su verso más recordado: “Los morlacos del otario los jugás a la marchanta, como hace el gato maula con el mísero ratón». Para más datos, “maula” deriva de maullar, y por eso la imagen del gato es doblemente importante: para el tango en cuestión y para el vino de bodega Margot, cuya etiqueta luce un astuto minino en su frente.

Yeta Tannat Malbec 2017

Hay gente que trae buena suerte y están los “yeta”, que en el lunfardo se refiere a la mala suerte. La parte divertida del término es que se usa de forma sustantiva: se es yeta o las cosas pueden ser yeta, porque la mala suerte en la yeta es una condición que se proyecta y derrama sobre los demás. Y como en toda superstición, lo fundamental es creerla sin titubear. Como se bebe este Tannat Malbec de bodega Domingo Molina, elaborado en Salta. 

Piantao 2015

En todas las lenguas del mundo las palabras que describen la locura son especiales. En particular esas que la pintan cariñosamente, como “piantao”. De hecho, uno de los tangos más famosos de Astor Piazzolla, “Balada para un loco”, reza: “Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao”. Y si de locuras se trata, este blend de 70% Cabernet Franc, 20% Malbec y 10% Merlot de Gualtallary elaborado por Zorzal Wine, para decirlo con un argentinismo actual sobre la locura, “te vuela la peluca”.

Pispi 2018.

En rigor, Pispi es una fracción de “pizpireta”, cuya escritura española original es con zeta. En algunos tangos se aplica a la descripción de cierta viveza y agilidad mental para resolver o conseguir cosas. Y se usa con esta fórmula: “el pizpireta del mozo” o “tal es bien pizpireta”. Elaborado por Mosquita Muerta Wines, la bodega que construyó su porfolio con marcas nacidas en el habla cotidiana, este blend de base Malbec refleja bien ese universo dicharachero y algo atorrante del que a veces hacemos gala los argentinos.

Y entre todas estas etiquetas de vino argentino ponemos «de yapa», como decimos en el oeste de Argentina (es decir, extra y sin costo alguno), un exquisito mendocinismo:

Los Chocos Malbec 2018

De origen incierto pero usado en Chile, Cuyo y el Sur de Bolivia, “choco” describe al tipo de perro sin pedigree y, de forma más general, a todos los perros. Tiene uso de género, ya que hay choco y choca, y en una popular cueca cuyana, Calle Angosta, un famoso verso galvaniza el término: “Si me habrán ladrao los chocos”. Con uvas de Gualtallary, Viña Los Chocos celebra en este Malbec el encanto desalineado de los perros viñateros.

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