Las Compuertas: patrimonio del vino argentino

Las Compuertas

Las Compuertas es un distrito emblemático de Luján de Cuyo -provincia de Mendoza- que se ubica del lado Norte del Río Mendoza, al oeste de Vistalba. Su cercanía a la cordillera y el río la transforma en la zona más fría de Luján de Cuyo, con una amplitud térmica que se asemeja a la del Valle de Uco.

Este lugar, parte de la Primera Zona de Mendoza, ha sido cuna de los grandes vinos que han elevado la reputación de Mendoza y de la Argentina a nivel mundial.

El origen del nombre «Las Compuertas» se remonta a 1785, con la construcción del dique «Toma de los Españoles», la primera obra hidráulica de Mendoza, creada durante el Virreinato del Río de la Plata para regular las crecidas del río Mendoza. Esta obra no solo marcó un hito en la gestión del agua, sino que también preparó el terreno para el desarrollo agrícola de la región. 

A finales del siglo XIX, la zona se dedicaba mayormente a la ganadería bovina y la producción de alfalfa, especialmente en las cercanías de la estación Blanco Encalada, emblemática parada del tren trasandino, donde se concentraba el ganado que luego se enviaba a Chile.

Con el tiempo, las condiciones ideales de suelo, clima, acceso a agua y abono, junto con un impulso gubernamental para fomentar la industria del vino, llevaron a la transformación de Las Compuertas en un centro vitivinícola. 

Así la región comenzó a llenarse de viñedos plantados en alta densidad, predominando, cómo no, el malbec como la variedad con mayor cantidad de superficie.

Un terroir exclusivo

Las Compuertas

Una de las particularidades de Las Compuertas se da en el tamaño de su superficie, una extensión pequeña de casi 1000 hectáreas con solo unas 330 hectáreas cultivadas, sin posibilidad de crecimiento.

A esto se le suma la diversidad del suelo de la región, formada por un cono de eyección proveniente de la Precordillera, a diferencia del Valle de Uco, cuyos suelos provienen de la Cordillera Frontal.

Esto propicia que algunos sectores tengan presencia de canto rodado ligeramente carbonatado mientras que en otros se encuentran suelos homogéneos sin piedra. Los suelos más cercanos al cerro presentan una mezcla de limo, arena y arcilla.

Como si fuera poco, el acceso a un recurso vital como el agua está garantizado por la cercanía al río Mendoza.

La elegancia como hilo conductor

Las Compuertas

Si hay un factor común en la opinión de las y los productores de la zona ese es el concepto de elegancia. 

Para Pablo Cúneo, jefe de enología de Luigi Bosca, en Las Compuertas se logran vinos reconocidos por su fruta intensa, con notas de ciruelas y una textura suave y carnosa. Los taninos dulces y firmes permiten que, dependiendo del punto de cosecha, se obtengan vinos frescos y elegantes, características emblemáticas de los malbec de Las Compuertas.

Por su parte Pamela Alfonso, directora de producción de Bodega Alta Vista, resalta la complejidad única en los vinos, que se caracterizan por su volumen de boca, elegancia en los taninos y una madurez polifenólica equilibrada, donde predomina la sedosidad”.

Para Héctor Durigutti, propietario junto a su hermano Pablo de Durigutti Family Winemakers, el objetivo que tienen es crear vinos que reflejen la esencia de la región, destacando la fineza y elegancia, así como una complejidad aromática que permite identificar claramente el lugar de origen”.

Preservación del patrimonio vitivinícola

La preservación de los viñedos antiguos de Las Compuertas es una prioridad para las y los productores de la zona, quienes ven en ellos un patrimonio único que debe ser transmitido a las futuras generaciones. 

Como el caso de Lucas Lowi, director general de Terrazas de los Andes, y un firme defensor de la viticultura en Las Compuertas que expresa que cultivar en esta región «va más allá de la simple elaboración de un vino, hay un propósito muy especial, la preservación de un patrimonio único«. 

Argumentos no faltan, ya que en Las Compuertas todavía se pueden encontrar y cultivar viñedos centenarios de Malbec que fueron plantados en el año 1929 y son testigos de la historia vitivinícola de Argentina.

Para Lowi, su preservación mediante una agricultura regenerativa les permite la creación de un Malbec con características excepcionales”.

En esta batalla de conservación no hay que dejar de mencionar la amenaza de la creciente urbanización.

Sobre este punto, Héctor Durigutti destaca que el trabajo en conjunto de las y los pequeños productores, que poseen en promedio no más de 10 hectáreas, “es crucial para mantener el patrimonio de Las Compuertas”. 

La unión del pasado, el presente y el futuro

Las Compuertas es un lugar donde la historia, el terroir y la dedicación de los productores convergen para crear vinos excepcionales que no solo reflejan lo mejor de Mendoza, sino que también son un testimonio viviente de un patrimonio que debe ser preservado. 

La riqueza de sus suelos, la calidad de sus viñedos centenarios y el compromiso de sus viticultores son señales alentadoras que indican que Las Compuertas seguirá siendo un referente en la viticultura argentina, uniendo pasado, presente y futuro.

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