2019, una vendimia memorable para Argentina

2019, una vendimia memorable para Argentina

Todas las cosechas son motivo de fiesta, pero las realmente buenas se celebran a viva voz. A seis meses de finalizar la vendimia y con los primeros vinos del año llegando al mercado, nadie esconde el entusiasmo a la hora de hablar de la excepcional cosecha 2019. Esos aires se respiran hoy en las bodegas argentinas.

El clima fue el factor determinante en la calidad de las uvas para todos los rincones del país. A diferencia de los últimos tres años, esta vendimia se benefició de una marcha climática moderada y un tiempo de cosecha más largo que el promedio.

En la región de Cuyo, pulmón de la vitivinicultura argentina, que concentra el 95% de la producción, el clima tuvo altibajos que, sin embargo, contribuyeron a la calidad de los frutos. Tras un invierno 2018 frío, llegó una primavera húmeda y fresca y un verano 2019 seco con un promedio moderado de temperaturas y más días calurosos de lo habitual.

La maduración de las uvas, en consecuencia, se hizo esperar hasta que los últimos días de enero imprimieron ritmo con una temperatura que se sostuvo por algunas jornadas encima de los 30 grados. Sin embargo, con febrero volvieron los días de clima moderado y en marzo todo volvió a la normalidad. Incluso en algunas zonas la vendimia se adelantó hasta una semana.

Terroirs de Mendoza

Tanto en Mendoza como en San Juan, los enólogos auguran grandes vinos para 2019 en todos los estilos y varietales. Alejandro Vigil, enólogo jefe de Catena Zapata, sostiene que “2019 se parece mucho a 2004 y 2013: tuvimos un enero muy caliente y un febrero más moderado, con alcoholes potenciales para Cabernet Franc y Malbec de 13 a 13,5%”.

Desde el Valle de Uco, Sebastián Zuccardi, director de enología de la bodega familiar (Familia Zuccardi), destaca que se trata de “una vendimia excepcional. Una temporada fresca y seca y de las mejores cosechas que tuve la oportunidad de hacer”. Y suma: “A pesar de tratarse de un año de alta luminosidad, la cosecha 2019 es fresca, parecida a la 2016 por su ritmo lento de madurez”. En el Valle de Uco, en consecuencia, los vinos destacan por su buena acidez natural, taninos de óptima estructura y sanidad.

Gonzalo Carrasco, winemaker de Terrazas de los Andes, trabaja uvas de del Valle de Uco y Luján de Cuyo. Para esta última zona, coincide en la gran calidad de cosecha y explica que “en 2019 volvimos a parámetros tradicionales para Mendoza con madurez y concentración equilibradas naturalmente. Tenemos tintos de mayor expresión en boca que en nariz, con muy buen balance”.

Para completar el panorama mendocino, Silvio Alberto, de Bodegas Bianchi, explica que en San Rafael, oasis sur de la provincia, “las históricas parcelas de Cabernet Sauvignon ofrecieron uvas con una madurez y concentración increíbles, destacándose su complejidad, marcada por una gran intensidad de color, estructura en boca con taninos maduros, con acidez equilibrada”.

De San Juan al Norte

En San Juan, Daniel Ekkert, enólogo de Bodega Xumek, destaca que “2019 será un año de menos uva tinta que los anteriores, mientras que las blancas lograron una calidad maravillosa con un potencial enológico muy interesante. Para las tintas, por su parte, la primavera fría y un verano que comenzó lluvioso y se tornó caluroso a mediados de febrero con buena amplitud térmica compensaron para asegurar la calidad”.

Al norte del país, en los Valles Calchaquíes, también gozaron de excelentes condiciones. En boca de Thibaut Delmotte, enólogo de Colomé y encargado de viñedos en diferentes zonas de altura, la 2019 es una vendimia “fuera de serie. Fue un año seco en los valles, de excelente sanidad, y una cosecha que se cumplió sin inconvenientes y en tiempos correctos”. A estas conclusiones se suma Francisco Puga, de El Porvenir de Cafayate, quien sostiene que, “en rasgos generales, fue un año seco con lluvias que llegaron en el momento indicado y en cantidad justa sin afectar la madurez ni la sanidad. Es el octavo año consecutivo que disfrutamos de un clima ideal en la zona, pero 2019 nos permitió elaborar vinos más frescos, con taninos finos”.

Noticias de la Patagonia

En el otro extremo vitícola del país, la Patagonia, las cosas también marcharon de maravillas, según el enólogo Hans Vinding-Diers, propietario de Bodega Noemía. De acuerdo con él, en los viñedos de Río Negro “el clima húmedo y fresco que tuvimos en primavera y un verano moderado y seco retrasaron el ritmo de la madurez hasta que en marzo subió la temperatura. El resultado es grandioso en rendimientos y balance. Tenemos potencial para vinos superfinos”, dice.

Por su parte, Ricardo Galante, de Bodega del Fin del Mundo en Neuquén, aporta que “la 2019 es una vendimia para recordar. En San Patricio del Chañar, fue muy pareja, con madurez equilibrada hasta el final. Incluso logramos terminar la cosecha antes de las primeras heladas de otoño”.

Apuntes sobre blancas

Pablo Cúneo, enólogo experto en Luján de Cuyo a cargo de los vinos de Luigi Bosca, explica: “En nuestras fincas tuvimos un 20% más de uva blanca, con una sanidad muy buena”.

En la misma línea, José Galante, de Bodega Salentein, un as de los blancos, comparte: “En Chardonnay y Pinot Noir, nos sorprende el balance de acidez. La vendimia 2019 será un gran año para estas variedades”. En esa sintonía, Silvio Alberto sostiene que “las variedades para base de espumantes demostraron muy buena acidez y presencia de fruta fresca”.

Afortunadamente, y mientras degustamos los primeros tintos jóvenes del año, los blancos vibrantes de la cosecha y los rosados que renuevan el paladar argentino, no podemos más que sumarnos a este entusiasmo. Sin dudas, 2019 nos ha regalado grandes vinos. Para los íconos habrá que esperar, pero es claro que las cosas solo pueden mejorar.

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