¿Dónde dormir entre viñas en Argentina?

¿Dónde dormir entre viñas en Argentina?

De Salta a la Patagonia, nuestro país tiene una nutrida oferta de posadas en las que acostarse con la luna brillando sobre las hileras y amanecer con el sol encendiendo las hojas y los racimos. En todo caso, lo único que hay que tener a mano es una computadora para hacer una reserva vía web y, llegado el día, aterrizar en el sueño de ver nacer el vino en el Valle de Uco o en algún rincón calchaquí.

El cielo con las manos

Los Valles Calchaquíes, entre Salta y Catamarca, encadenan pueblos y viñedos a unos 2.000 metros de altura. Ahí nacen algunos de los vinos más singulares de Argentina, moldeados por el sol, la intensa luz del valle y los suelos pedregosos. Para tener una buena idea de la amplitud y soledad de estos parajes, lo ideal es pasar una o dos noches bajo el cielo encendido de estrellas, bebiendo un buen Torrontés, típico de la zona, o un Cabernet Sauvignon tan distintivo del lugar como atípico en el mundo.

Para una noche así, tres sitios resultan ideales. Uno es el Hotel Boutique Altalaluna & Spa (130 dólares la noche). Con una arquitectura clásica vallista, de galería con arcadas y techos con tirantes de madera y caña, las habitaciones son confortables. Lo mejor es que los viñedos rodean buena parte de la propiedad y la ubicación en la mitad del recorrido calchaquí lo convierte en una plaza ideal.

Otro buen destino en el valle es el hotel de campo Patios de Cafayate (180 dólares), de estilo campero, en el que destacan los decorados y el buen gusto. Lo más atractivo es que, siguiendo sus patios interiores, se desemboca en la bodega El Esteco. Y desde su campanario se obtiene una vista completa de Cafayate.

También, en las afueras del poblado, amerita una noche en Viñas de Cafayate Wine Resort (150 dólares). Con una puerta que está custodiada por cardones, lavandas y viñedos, la entrada recuerda a un paraíso perdido. Lo mejor es beber una copa de vino en los balcones que asoman sobre los viñedos y los contrafuertes de los cerros.

Por el vino y la montaña

Mendoza reúne a los principales destinos del vino argentino. No solo porque en conjunto representa tres cuartas partes de la producción del país, sino también porque cada oasis tiene sus rincones y atractivos. En ese sentido, un recorrido por posadas y hoteles boutique es asimismo un recorrido por lugares muy diversos. Dormir en cualquiera de ellos encierra, de paso, la experiencia extra de tener otros atractivos turísticos, como la montaña o una de las ciudades más lindas de Argentina.

Al norte de la provincia, en torno a Luján de Cuyo, hay un puñado de posadas y hoteles en los que dormir el sueño de los justos al cabo de una jornada por las bodegas. Entre viñedos y con un acogedor entorno arbolado, destacan en lujo dos propuestas: Cavas Wine Lodge (450 dólares) y Entre Cielos Hotel Boutique. El primero ofrece casas muy equipadas y decoradas con gusto refinado, en el corazón de Agrelo y a tiro de las más prestigiosas bodegas de la zona. Entre Cielos (650 dólares), hotel boutique, por su parte ofrece un lujoso hotel orillado de viejas viñas de Malbec. Lo más destacable es la habitación Suite Loft, que se eleva sobre las viñas y literalmente propone un balcón sobre las vides en las que enamorarse del atardecer y la noche.

En plan menos lujoso, pero igualmente cuidado, Club Tapiz (170 dólares) es una de las mejores paradas para una noche entre hileras. La antigua edificación perteneció a una bodega del siglo XIX y hoy, acondicionada con hotel y restaurante, resulta un exquisito lugar, decorado con primor. Mejor aún si la habitación elegida es la torre, antiguo mirador de los viñedos.
Ahora, si lo que se busca es una posada, nada como La Posada de Bodega Vistalba (120 dólares), que ofrece solo dos habitaciones en el corazón de la cuidada bodega, de modo que el vino se vive y respira las 24 horas. Un plan similar, pero ya en el Valle de Uco, es Posada Salentein (180 dólares). Se trata de 16 habitaciones con buena gastronomía, un lugar en el que despertar en medio del parque y una finca y en el que soñar entre frutales.

En el mismo Valle de Uco, hay al menos tres posadas más que vale la pena tener en mente. Alpasion (280 dólares) ofrece habitaciones cómodas de alta gama y atención personalizada con una magnífica vista de la Cordillera en un nuevo mosaico de viñedos. La Morada de los Andes (140 dólares), con una ubicación similar, funciona como un destino de descanso, de comodidades justas y un exquisito clima de vinos. Nada como beberse una última copa en su terraza al atardecer, cuando el sol ya se puso tras las montañas.

En el mismo valle, cierra el combo Casa de Uco (390 dólares), el lujoso hotel de diseño que eleva su moderna arquitectura justo sobre las estribaciones de los cerros y los viñedos. ¿Lo mejor? Ver la Cordillera reflejada en la laguna tras el ventanal del restaurante, que solo ofrece productos de la región.

Más al sur todavía, en San Rafael, hay un hotel y lodge que aquellos viajeros que lleguen al oasis más austral no deben dejar de conocer. Algodón Wine Estate (310 dólares) es una bodega que ofrece un elegante hotel de campo, en el que los viñedos arrancan donde termina el césped y las galerías de la casona. Decorado en un estilo campero, lo mejor está en la gastronomía del restaurante Chez Gastón y en la cancha de golf, lindera con las hilera de vid.

El viento patagónico

La región de los grandes ríos y los vientos constantes ofrece (por ahora) una única oportunidad de pasar una noche bajo sus cielos profundos, surcados por nubes lenticulares. Se trata de la posada NQN (150 dólares), ubicada dentro del viñedo de la bodega homónima. Son solo dos habitaciones para una casa equipada con primor y lujos. La bodega ofrece buena gastronomía en el restaurante Malma (dentro de la misma finca), o bien uno puede optar por cocinar. Lo mejor es la tranquilidad acompañada de pájaros y el ojo de bife que uno mismo se cocina en una moderna parrilla.

Estos son algunos de los lugares en los que soñar con vinos. No son los únicos, pero sí un dream team de lugares destacados. Y si de dream team se trata, nada mejor que cualquiera de sus habitaciones para recostarse y soñar entre vides, ya no con los paisajes conocidos, sino con una gran vida.

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