Con 137 años de historia, Rutini Wines es una bodega referente de la vitivinicultura argentina, no solo por sus vinos excepcionales, sino también por estar siempre a la vanguardia vitivinícola y por tener una profunda vocación por la sustentabilidad.
En pos de generar nuevas iniciativas relacionadas a estas temáticas -y fiel a su rol de bodega pionera en el Valle de Uco, Mendoza- Rutini Wines promueve diversos proyectos sustentables con el compromiso de cuidar el medioambiente y brindar apoyo a la comunidad de esta región, pensando no solo en las generaciones actuales, sino también en el futuro del vino argentino.
Para lograr estas metas, la bodega se inspira en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 impulsada por la Organización de Naciones Unidas.
La reciente aprobación de la auditoría del Protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina es prueba de este compromiso asumido por la bodega, ya que se cumple con todos los ejes prioritarios como la conservación del agroecosistema, la gestión sustentable de los recursos naturales y materiales, la economía circular, la reducción de la huella hídrica y de carbono, el ambiente de trabajo seguro y saludable y las compras responsables, entre otros.
“Estamos orgullosos de haber dado este importante paso para la historia de la bodega y el futuro del Valle de Uco”, comenta Mariano Di Paola, destacado winemaker de Rutini Wines.
Rutini Wines: la gestión responsable
El cuidado del medioambiente y el manejo sostenible de los recursos naturales han sido siempre prioritarios para los equipos de Rutini Wines.
Esta premisa se desplegó al abrigo de la conocida filosofía de la bodega que consiste en la búsqueda incansable de la excelencia en la calidad de sus vinos, la cual le valió numerosos reconocimientos.
Basta recorrer las instalaciones de Rutini Wines en Gualtallary, Tupungato, para comprobar cómo, a lo largo de su historia, ha incorporado y desarrollado diversos avances tecnológicos para elaborar sus vinos de manera responsable durante más de un siglo.
Además, en Rutini Wines siempre consideran el valor de medir el impacto de las tareas a fin de optimizar el uso de cada uno de los recursos con los que cuentan. Esta estrategia los impulsó a adecuar su proceso productivo a las rigurosas normas de las certificadoras más prestigiosas en materia de sustentabilidad.
Así, la bodega conformó un Comité de Sustentabilidad con representantes de cada área de trabajo, lo que le permite llevar adelante las mediciones correspondientes para luego aplicar las mejoras requeridas por la comisión evaluadora del Protocolo de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina.
Gracias a los procedimientos internos desarrollados y a la capacitación permanente de los equipos de trabajo, Rutini Wines logró un desempeño sobresaliente a lo largo de todo el proceso productivo.
Por eso, el informe final de la auditoría destacó la performance de la bodega en el cuidado del agua y en la calidad de los vinos. Vale recordar que Mendoza es una región emplazada en un desierto de montaña, por lo tanto, lograr una alta calificación en la categoría de administración del recurso hídrico fue un reconocimiento muy valioso.
A su vez, las conclusiones del informe arrojan que el impacto de la huella de carbono de la bodega es inferior al promedio nacional, lo que se ha tomado como un estímulo para continuar en la senda de disminución de este marcador.
