En un mundo que necesita respuestas para cuestiones centrales como el cambio climático, la deforestación y el agotamiento del agua y del suelo, la industria vitivinícola no puede estar exenta de estas preocupaciones.
Por eso, cada vez más productores elaboran vinos que tienen al cuidado del medioambiente como premisa, a la par de la excelencia y calidad.
En Argentina hay varios ejemplos para citar y Mendoza es una de las grandes provincias productoras de vinos orgánicos del planeta. Entre quienes impulsan esta green revolution se destaca Bodega Argento -miembro del Grupo Avinea- la principal productora de vinos con certificación orgánica del país.
En 2012, con la constante innovación como guía, Bodega Argento inició un proceso de reconversión orgánica y desarrolló un estricto protocolo de reducción de emisiones de carbono, que incluye un fuerte compromiso con las comunidades involucradas con la bodega y que se plasma en el logro de la certificación Fair Trade.
Hoy, con 305 hectáreas certificadas orgánicas en Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco, Bodega Argento se impone como líder en viticultura sustentable en Argentina y sus vinos se disfrutan en más de 50 países.
Bodega Argento, el compromiso con la Naturaleza
Dentro de su plan agrícola, Bodega Argento tiene una meta clara: alcanzar las 650 hectáreas orgánicas en 2025. Para garantizar la transparencia en las prácticas sociales y ambientales, las auditorías se realizan de forma independiente por organizaciones de terceros.
Además, utilizan maquinaria que permite ahorrar energía y cuidan con obsesión el agua y el suelo, vitales para el cultivo de las vides.
Su programa de gestión integral de residuos es un pilar dentro de todo el proceso de elaboración: los insumos elegidos para envasar son de preferencia reciclados o de bajo peso, como lo son las botellas ecológicas.
Vinos conscientes
Juan Pablo Murgia, enólogo Jefe del Grupo Avinea, es el encargado de interpretar la esencia de cada viñedo en la elaboración de vinos frescos y elegantes.
“La vitivinicultura es parte de nuestra tierra, por esto mismo la sustentabilidad es uno de los pilares de nuestra filosofía de trabajo y la aplicamos a todas las etapas productivas, haciendo un uso responsable de los recursos y favoreciendo al desarrollo de las comunidades locales”, explica.
Para sus vinos orgánicos, Bodega Argento recurre a viñedos de Alto Agrelo, a 1059 msnm en Luján de Cuyo, y Paraje Altamira, a 1100 msnm, en la zona sur del Valle de Uco. Ambas regiones son excepcionales para la obtención de vinos orgánicos.
“En Bodega Argento agradecemos los frutos que nos brinda la naturaleza aplicando vinificaciones cuidadosas basadas en un gran conocimiento técnico de los viñedos. Así logramos que cada botella preserve la mejor expresión de Mendoza como sucede con todos nuestros vinos orgánicos”.
Los vinos de Bodega Argento
Durante los últimos años Juan Pablo Murgia logró consolidar para Bodega Argento, un porfolio de vinos de altísima calidad con importantes reconocimientos en todo el planeta.
Cada una de las líneas cumplen un propósito esencial para la bodega, “ofrecer vinos orgánicos y sustentables conectados con el origen y referentes en cada segmento por su calidad y valores convenientes para los consumidores de distintos mercados. Queremos que todos puedan vivir la experiencia de disfrutar nuestros vinos”, comenta el winemaker.
Así, el equipo de agronomía y enología de la casa desarrolla un trabajo de clasificación de fincas y microterroir por tipo y textura de suelos. Esta interesante propuesta comienza con Argento Estate Bottled, cuyo malbec es elaborado con uvas de los cuarteles con suelo limo-arcilloso profundo de la finca de Alto Agrelo (Luján de Cuyo, Mendoza). Por esto su perfil es dominado por la fruta roja y los taninos suaves. La línea también cuenta con un Pinot Grigio frutal y vibrante.
Para los Argento Estate Reserve, “seleccionamos vides sobre suelos con algo más de arena y piedra de las fincas de Alto Agrelo y Paraje Altamira (zona sur del Valle de Uco) que nos permiten lograr vinos donde la expresión recuerda a la fruta negra con una capa extra de estructura”, dice Murgia. Esta línea ofrece un Malbec, un Cabernet Franc y un Chardonnay.
A partir de Argento Estate Collection la selección de zona se torna más precisa ya que se buscan los suelos más pedregosos de la finca de Agrelo. “Aquí nos enfocamos en vinos minerales y complejos con buena estructura. Vamos a encontrar notas herbales y buen caudal de fruta negra tanto en el Malbec como en el Malbec-Cabernet Franc”, cuenta el enólogo.
En cuanto a los Argento Single vineyard, la constante investigación y exploración les permitió detectar cuáles son las mejores parcelas de cada una de las fincas de Luján de Cuyo y Valle de Uco. Éstas tienen suelos cortos con hasta 80%-90% de piedra, una composición que permite una expresión muy compleja y única.
En el caso de los varietales de Single Vineyard de Finca Agrelo, un Malbec y un Cabernet Franc, ostentan notas balsámicas y frutales -además de una gran estructura- mientras que los exponentes de estas cepas para las etiquetas Single Vineyard de Paraje Altamira se destacan por su perfil de fruta roja con tonos florales, buena acidez y taninos de tiza. “Para cada vino queremos que el terroir se exprese con pureza”.
Por último, Argento Single Block #1 de Paraje Altamira se trata de la máxima expresión del terroir de esta famosa Indicación Geográfica. “Estamos hablando de un microbloque de pura piedra aluvial que profundiza el perfil de la zona al máximo. Es un Malbec mineral y floral con buena fruta roja y complejidad”.
Por su sofisticada expresión, Argento Single Block 1 Organic Malbec se ubicó como el mejor vino orgánico argentino en Decanter World Wine Awards 2020, al obtener 95 puntos.