En la región vitivinícola de Cafayate (provincia argentina de Salta), la Bodega El Porvenir de Cafayate se destaca por su historia arraigada y su enfoque inquieto. Con una historia sólida y más de 20 años trabajando en la elaboración de vinos, Bodega El Porvenir de Cafayate ha sido pionera en la transformación de la vitivinicultura en una región diferente, que tiene mucho para aportar a esta pujante industria argentina.
Bodega El Porvenir de Cafayate: raíces y alas
A 1.650 y 2.500 metros sobre el nivel del mar, la región de Cafayate ofrece el escenario ideal para los viñedos de la Bodega El Porvenir de Cafayate. La aridez y los suelos de la región se reflejan en vinos que encapsulan la esencia del valle.
Lucía Romero Marcuzzi, al frente de la bodega desde 2013, representa a la tercera generación de su familia vinícola. Con un Wine MBA y un compromiso con la excelencia, Lucía ha llevado a la Bodega El Porvenir de Cafayate a nuevas alturas. Dueña de un enfoque práctico, supo guiar a la bodega hacia nuevas expresiones. Ella destaca la importancia de desafiar las creencias tradicionales sin dejar de honrar sus raíces.
“En 2006 me sumé al trabajo. El foco de mi padre fue la venta en el mercado interno y también la exportación. Eso hizo que el estilo que queríamos sean vinos con una buena performance en el mercado externo, por eso siempre buscamos la elegancia, la frescura, despegándonos un poco de lo que se hacía en ese entonces en Cafayate, que era más intenso y rústico. Buscamos cambiar ese camino sin perder la identidad. En esos años fuimos desarrollando el Torrontés y terminamos haciendo siete estilos de Torrontés, bien representativos e increíbles. También trabajamos con el Tannat, una variedad emblemática en Salta”.
Lucía se sorprende, explica, cuando escucha a algunos consumidores encasillar al Torrontés. “Todavía sigo escuchando Torrontés no, porque es dulce, y yo me frustro, porque es algo que venimos trabajando hace un montón. El Torrontés es seco, puede ser fresco, puede tener linda acidez. El público de Salta es más tradicional, entonces por ahí estas línea nuevas no tienen tanto éxito y sí se vende más en Buenos Aires o en Rosario. Hay que ir viendo según los mercados.
Pero en general hay muy buena predisposición a probar vinos diferentes, eso lo notamos en todas las líneas. Ahora sacamos un Cabernet Franc en la línea Laborum y todos quieren probarlo. Tenemos muchos vinos para lo pequeños que somos, porque hacemos muchas microvinificaciones; pero eso es lo divertido, ir probando”.
Viñedos y variedades: explorando la Bodega El Porvenir de Cafayate
Desde la histórica Finca El Retiro hasta la biodiversidad asombrosa que es el oasis de Alto Los Cuises -de donde proviene su joya más preciada: un “Grand Cru” que representa la excelencia de la bodega-; los viñedos de Bodega El Porvenir de Cafayate cuentan historias únicas. Lucía se entusiasma recordando el boom, en 2019, de los Naranjos en Estados Unidos y en Europa. Con la idea de hacerlos a partir de Torrontés, explica, viajó y al regreso trabajó junto al enólogo Francisco “Paco” Puga para producir sus primeros naranjos.
“Hicimos el Torrontés en contacto con pieles, les sumamos moscatel rosada, que son las criollas típicas del Norte y queríamos potenciarlas. Esa línea fue creciendo, es súper atractiva y es la que mejor se vende en Buenos Aires, también en el área de gastronomía y además la estamos exportando. También hicimos un Bonarda con maceración carbónica, porque yo quería un vino más liviano, más frutado, de verano. Los lanzamos y fueron un éxito. Esta línea salió con unas etiquetas novedosas, coloridas, muy distintas a las demás.
Entonces pensamos “ok, ¿ahora qué podemos desarrollar? Y ahí surgieron blancos. Hicimos injertos de variedades blancas con Marsanne, Roussane, Chardonnay y Semillón; sumamos la Garnacha de un viñedo que se plantó en 2019. La primera cosecha fue en el 2022 y sacamos este 100% Garnacha y el GSM”.
“Actualmente contamos con presencia de un 60% en el mercado interno y un 40% con exportaciones. Estamos bien representados en gastronomía, vinotecas, y en el interior, porque no sólo queremos estar en Buenos Aires y Salta”, enumera.
Un compromiso presente y futuro
La bodega, detalla Lucía, que siempre trabajó sus viñedos de manera consciente, está implementando cada vez más prácticas y certificaciones orgánicas, empezando por el viñedo Alto Los Cuises y los que se ubican al pie de la montaña. El objetivo, señala, es poder certificar la sustentabilidad en la bodega, algo que ya piden en el exterior. Pero el compromiso de El Porvenir de Cafayate se refleja en el cuidado de los recursos, las certificaciones y el reciclado y en su apoyo a proyectos con la comunidad wichi, demostrando una búsqueda que representa un equilibrio entre la tierra y la comunidad.
Lucía enumera iniciativas de inclusión de mujeres en el trabajo del viñedo, el acompañamiento a las artesanas wichis para apoyar sus obras -que se venden sin intermediarios al turismo que visita la bodega-, las becas para alumnos de la comunidad y el apoyo a personas transgénero para su integración laboral.
En un entorno tradicional como el salteño, Lucía comparte su experiencia de liderazgo femenino. “Siempre sentí que tenía un liderazgo muy colaborativo, de consensuar. Ya tenía la idea de innovar y alejarme de la típica bodega tradicional de Salta y por suerte el equipo se sumó. En esta zona ser mujer y joven costó quizás un poco, pero al ir teniendo éxito con las líneas nuevas, hizo que todos tengan más confianza. No tuve en ese momento muchas referentes mujeres; las que había, estaban en Mendoza y no tenía tanto contacto. Ahora hay muchas más, hablamos y nos juntamos más entre productoras”.
