Bodega Nieto Senetiner: historia, movimiento y compromiso

Bodega Nieto Senetiner

Con una historia que se remonta a 1888 y alineada con los tiempos actuales, Bodega Nieto Senetiner -responsable de las líneas Nieto Senetiner, Patrimonial, Benjamín, Emilia, Fran y Don Nicanor- destaca por su enfoque integral hacia la sustentabilidad y la responsabilidad social. Desde la voz de Jimena Castañeda, ingeniera agrónoma de la compañía, la bodega revela un compromiso profundo con la regeneración del suelo, la reducción de pesticidas y el fortalecimiento de las comunidades donde tiene sus plantas y fincas. 

Bodega Nieto Senetiner

Bodega Nieto Senetiner se aventuró en la producción de vinos orgánicos con la marca Don Nicanor, a partir de uva orgánica de productores externos, respondiendo a una creciente tendencia de consumidores más conscientes, informados y, como define Jimena, a la mejora general de la calidad de estos vinos. “Queremos sacar un poco ese estereotipo del vino orgánico, que ha sido  bastardeado, como que no era de buena calidad. Creo que eso ya no existe, hay vinos orgánicos muy buenos y de muy buena calidad. A veces al orgánico se le defendía cualquier defecto y no es la idea”.

Aunque están aún en proceso de transición, Jimena explica: “Tenemos cinco fincas y estamos por recibir la certificación del protocolo de sustentabilidad de Bodegas de Argentina, un protocolo que muchas bodegas vienen haciendo. La idea es hacerlo este año en la finca Ruca Malén, y el año que viene, certificar las fincas propias que pertenecen a las otras líneas de Nieto Senetiner”. 

Para Bodega Nieto Senetiner, afincada desde los comienzos en la zona de Vistalba, Luján de Cuyo, la sustentabilidad no es solo un concepto medioambiental, sino que se sostiene sobre cuatro pilares fundamentales: ética y transparencia del negocio; desempeño económico; salud y bienestar de la población y desarrollo de la comunidad. Cada uno de estos pilares es inseparable de un impacto positivo y duradero.

Bodega Nieto Senetiner por la naturaleza

Bodega Nieto Senetiner

Una de las áreas donde Nieto Senetiner demuestra su compromiso con el medio ambiente es en la regeneración del suelo, algo que en el mundo hoy es tendencia. Con un enfoque moderno, Bodega Nieto Senetiner considera al suelo como un organismo vivo. En ese sentido, describe Jimena, han implementado prácticas como la cobertura vegetal para cuidar la microbiota y microfauna del suelo, reconociendo su vital importancia en la calidad del producto final. 

La reducción del uso de pesticidas es otro frente de avances significativos. A través de capacitaciones y buenas prácticas agrícolas, orientan a sus 120 productores para reducir el uso de químicos y fomentar técnicas más sostenibles. Además, implementan controles y análisis rigurosos para asegurar la calidad y limpieza de la materia prima. Por otro lado, la adhesión al Programa Agro Limpio (Iscamen) para el reciclaje de envases plásticos de agroquímicos que, además, articula con donaciones a Conin, es otra muestra de su vocación por ejercer una producción responsable.

El uso de sistemas de riego por goteo para conservar agua es clave para administrar un bien escaso, especialmente en la región. Jimena explica que los GRI (Global Report Initiative), tanto en finca como en la bodega, son una valiosa herramienta que les permite controlar mensualmente el consumo de agua, el combustible consumido, al igual que los kilovatios, lo que genera información concreta sobre el gasto energético de la cadena productiva.

Los lazos con la comunidad

Bodega Nieto Senetiner

En las comunidades donde operan, Bodega Nieto Senetiner se involucra profundamente en programas educativos y de apoyo. En la finca de Agrelo se fundó una escuela para los hijos de los trabajadores, demostrando un compromiso firme con la educación y el desarrollo de las comunidades locales.

Bodega Nieto Senetiner, consciente de la importancia de la salud y bienestar de sus trabajadores, colabora también con la Fundación Perez Companc para brindar apoyo a los docentes y realizar charlas sobre temas de salud y alimentación que interesan a los empleados y sus familias. Además, cuenta Jimena, “tenemos un programa de becas escolares para los chicos, para que puedan seguir estudiando.

Hemos trabajado en Proyectos de Vida, en función de ayudar a los trabajadores y sus parejas a poder desarrollar sus sueños o sus deseos, por ejemplo, construirse una casa. En eso la empresa está muy involucrada, se trabaja en un contexto, quizás un poco más vulnerable, como es el de la gente de Finca, que está más alejada de la ciudad, de la educación o de una mayor infraestructura. En lo social, creo que es importante que podamos seguir mirando tranqueras afuera para ver a nuestra comunidad”. 

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