Al pie de la impresionante Cordillera de los Andes, en la región de Los Chacayes, Valle de Uco, provincia de Mendoza, se encuentra Bodega Casa de Uco, un proyecto que no solo abarca una bodega de vinos, sino también un hotel de lujo y un negocio de real estate. Este complejo se ha consolidado como un referente en la industria vinícola por su compromiso con la sustentabilidad, la innovación tecnológica y el respeto por la naturaleza. Casa de Uco es un proyecto que sostiene, como uno de sus principales objetivos, mostrar en sus vinos la expresión más pura y natural del terroir tan particular del que provienen.
Trabajar de manera sustentable, respetando los recursos naturales del Valle homónimo, es una de sus metas. De este modo, dentro del Plan de Bodega Casa de Uco está proyectado conservar la zona, respetando la flora y la fauna locales. No es casual, explican sus responsables, que el vino tope de gama lleve el nombre de Flora y Fauna y que Salvaje sea la marca que más venden, y que les permite contar el respeto por la naturaleza del lugar y su vocación por trabajar de manera pura y natural.
Bodega Casa de Uco: un refugio de sustentabilidad e innovación en el corazón del Valle de Uco
Bodega Casa de Uco se encuentra en una ubicación privilegiada, a solo tres kilómetros en línea recta de la cordillera principal. Los suelos del Valle de Uco, muy rocosos, se formaron por la erosión de las montañas y ofrecen condiciones excepcionales para la viticultura. En el siglo XIX, esta región era un paso cordillerano crucial para el comercio –principalmente de animales– entre Argentina y Chile.
El ecosistema de Casa de Uco integra viñedos, un hotel boutique y oportunidades de inversión inmobiliaria. Esta diversificación permite ofrecer experiencias únicas a los visitantes, desde catas de vino hasta hospedajes de lujo en medio de los viñedos.
Desde sus inicios, Bodega Casa de Uco ha adoptado prácticas agrícolas y enológicas responsables. Con certificación orgánica desde 2012 en sus viñedos y desde 2016 en la bodega, trabajan sin descanso para cumplir con las normativas internacionales más estrictas, como las de la Unión Europea y los Estados Unidos. Esto implica que todo el proceso, desde la producción hasta la comercialización, debe ser orgánico, incluidos los almacenes y distribuidores.
El cuidado de los recursos
La región de Mendoza, donde se encuentra Bodega Casa de Uco, enfrenta desafíos significativos en la gestión del agua. La bodega utiliza riego por goteo para maximizar la eficiencia del agua y además cuenta con sistemas de reservorios para almacenar agua de deshielo. “En Casa de Uco, el agua se encuentra a 300 metros de profundidad, y el caudal disponible nos permite regar solo las 72 hectáreas plantadas y productivas con viñedos, pero si quisiéramos plantar más no podríamos hacerlo con este pozo”, explica Germán Frenk, Winery Director de Bodega Casa de Uco.
Además, la bodega y el hotel están equipados con paneles solares que reducen el consumo de energía eléctrica. La arquitectura de la bodega está diseñada para aprovechar la luz natural, minimizando la necesidad de iluminación artificial y tomando la inclinación natural del suelo. La bodega ha recibido varios premios de arquitectura y turismo sostenible, como el Best of Wine Tourism. Estos reconocimientos destacan no solo la belleza y funcionalidad de sus instalaciones, sino también su compromiso con la sostenibilidad.
Casa de Uco también implementa un programa de gestión de residuos basado en las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Los residuos orgánicos se compostan y los materiales reciclables se donan o reutilizan creativamente.
Tecnología y trabajos con levaduras nativas
Casa de Uco se destaca por su uso innovador de la tecnología en la viticultura y vinificación. La bodega emplea levaduras nativas aisladas de sus propios viñedos, lo que permite una fermentación más natural y controlada, preservando la autenticidad del terruño. Además, han desarrollado sistemas de monitoreo de suelo y agua que permite una gestión precisa de los recursos.
“También tenemos un lugar en donde generamos nuestros propios plantines a partir de nuestros propios viñedos, para reemplazar plantas que se rompen o posiciones vacías, y para reposición de plantas”.
Para Frank y todos los que hacen Casa de Uco, el proceso de mejora es continuo. “Nosotros venimos trabajando de acuerdo a la norma orgánica hace más de tres años para obtener esta certificación de ser 100 % orgánicos. Ese es nuestro desafío de este año. Eso no quiere decir que comercialicemos todos nuestros vinos como orgánicos, pero sí creemos que es la forma correcta de trabajar”.
Actualmente, están en proceso de obtener la certificación de sostenibilidad bajo el protocolo de Bodegas Argentinas, lo cual abrirá nuevas oportunidades en mercados internacionales exigentes como los escandinavos. “Cumplimos con buenas prácticas de manufacturas, estamos certificados bajo norma HACCP”, enumera Frank.
De esta manera, Casa de Uco no solo ofrece vinos de alta calidad que expresan la pureza del Valle de Uco, sino que también lidera con su ejemplo en sustentabilidad e innovación. Este compromiso no solo beneficia a los consumidores y al medioambiente, sino que también fortalece a la comunidad local, asegurando un futuro integrador y sostenible para todos.